El gobernador de la provincia Hermes Binner recibió ayer a las 18 a los trabajadores de Mahle que están acampando en la plaza San Martín desde el viernes. Los operarios le entregaron un petitorio, en una reunión que se desarrolló en la sede de Gobernación, con la presencia de la viceministra de Trabajo, Alicia Ciciliani y del senador provincial por Rosario, Juan Carlos Zabalza. Los 139 empleados que quedaron despedidos a fin de septiembre -tras cinco meses de gestiones con la autopartista alemana que en abril cerró sus puertas-, quieren una garantía de continuidad laboral. En tanto, hoy se realizará una reunión en Buenos Aires entre el ministro de Trabajo de la Nación, Carlos Tomada, la conducción nacional de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y los titulares de Aros Kim. Del encuentro participará también Ciciliani. Ante la falta de certezas sobre la reincorporación a la fábrica de Avenida Perón al 5600, una vez que tenga nuevos dueños, los trabajadores convocan para hoy, a las 19, a una reunión multisectorial en la propia plaza.

"No queremos generarnos expectativas, no podemos decir que tenemos esperanzas porque la verdad es que estamos frustrados", dijo anoche Claudio Maldonado, delegado de los trabajadores. Y agregó: "Le pedimos al gobernador que se ponga al frente para presionar políticamente por una solución y nos dijo que se iba a encargar de ver qué se podía hacer".

Lo que piden los trabajadores es sencillo: estar incluidos en la nueva etapa de la empresa, que parece encaminarse a ser traspasada a Jorge Basualdo, titular de Aros Kim. "Nosotros estamos peticionando que, si Basualdo abre, exista garantía de que va a tomar a los 140 trabajadores. Nosotros llevamos cinco meses de lucha. Nos quedamos, rechazamos todos los acuerdos de retiro voluntario para quedarnos a trabajar y directamente la empresa nos mandó un telegrama de despido", puntualizó Maldonado. Por eso, continuarán con la carpa de protesta instalada el viernes frente a la Gobernación.

"Nosotros esperamos cinco meses para que se venda la planta, llevamos adelante esta lucha. Hemos cuidado las instalaciones de la planta, las maquinarias, todo está en un estado espectacular. Si Basualdo nos rechaza sería un maldito, porque nosotros cuidamos todo para que se pueda vender la empresa, y lo mínimo que pedimos es una garantía de que entremos todos. Estamos dispuestos a capacitarnos en lo que nos digan", puntualizó el delegado de los trabajadores.

Después de cinco meses de protestas obreras y gestiones tripartitas, que derivaron en el retiro voluntario de más de 300 empleados, la empresa alemana envió telegramas de despidos a los 140 restantes a fines de septiembre. Ahora, la situación de los operarios es más desesperante, ya que este mes no percibirán los salarios.

Por eso, la gran incógnita de los trabajadores se centra en los términos del traspaso que están negociando los empresarios alemanes con Basualdo. El hermetismo que rodea a la compra, por la cual Basualdo firmó con Mahle un contrato de exclusividad, genera incertidumbre. Por eso, los obreros recurrieron ayer a Binner y pedirán hoy el apoyo de otros sectores sociales, para defender las fuentes de trabajo de los 139 trabajadores que no quisieron acogerse al retiro voluntario y manifestaron su voluntad de seguir trabajando en la fábrica de aros de pistón.