"Para abordar la inseguridad no existen fórmulas mágicas, si existieran alguno ya la hubiera patentado. Entonces, lo que hay que hacer es un abordaje sostenido y múltiple", planteó ayer el secretario de Seguridad Comunitaria provincial, Enrique Font al término de la reunión convocada por el intendente en la que se abordó la situación en Rosario tras los últimos hechos de violencia. En el cónclave, Ejecutivo municipal, Concejo y provincia acordaron complementar la presencia policial en los barrios más inseguros con una mayor intervención de las áreas sociales de ambas administraciones para permitir la reinserción de los excluidos. En ese sentido el intendente Miguel Lifschitz anunció que el trabajo en conjunto comenzará la semana próxima en dos seccionales de la zona sur: la 11º de Saladillo, donde la semana pasada asesinaron al repartidor de golosinas y la 16º de La Tablada. Según Font la cantidad de homicidios dolosos se mantiene estable en comparación con los últimos años, aunque admitió mayor carga violenta en los sucesos recientes.

Lifschitz encabezó ayer junto a su secretario de Gobierno, Horacio Ghirardi una nueva reunión del Consejo de Seguridad local convocado a raíz de los últimos acontecimientos registrados en Rosario. Font, la cúpula de la Unidad Regional II de policía y los concejales Miguel Zamarini y Fernando Rosúa también participaron del encuentro.

Al finalizar la reunión el intendente contó que en el cónclave se habían "intercambiado ideas sobre la problemática y hemos mirado el mapa del delito donde surgen las zonas más complejas desde el punto de vista de la violencia de los hechos que se han venido produciendo en el último año. Decidimos profundizar algunas estrategias que ya se vienen implementando como son las tareas conjuntas en salideras bancarias, en los operativos de control de motocicletas, de recorridos conjuntos entre la policía y la Guardia Urbana y al mismo tiempo profundizar el trabajo en común en algunas de las zonas más conflictivas donde vamos a sumar a la mayor presencia policial dispuesta por el gobierno provincial un trabajo articulado desde lo social entre municipio y provincia para tratar de lograr un mejor resultado en la prevención del delito".

En sintonía con lo planteado por el jefe comunal, Font comentó que la intención del Ministerio de Seguridad era "complementar intervenciones coyunturales de la policía con acciones que apunten a variables socioculturales. En ese equilibrio podremos encontrar alguna estabilidad para disminuir los delitos. En esto no existen fórmulas mágicas, si existieran alguno ya las hubiera patentado, entonces lo que hay que hacer es un abordaje sostenido y múltiple".

El secretario de Seguridad Comunitaria relató que "en el presente, mientras abordamos la inclusión, intervenimos en economías delictivas vinculadas al hurto de motos, desarticulación de cocinas de pasta base de cocaína y eso explica las escenas de violencia registradas en las últimas semanas. Esto impacta porque transforma los mecanismos de financiación ilegal a la que están vinculadas algunos grupos. Estas medidas exitosas hay que acompañarlas desde lo sociocultural para cubrir esa área de vacancia que deja la corrupción y la violencia".

Font destacó que "Rosario es una ciudad donde las oportunidades para desarrollar políticas de esta naturaleza son muy ricas, hay trabajo territorial de tradición, si no estuviera, las tasas de delitos serían mucho más altas, como por ejemplo la ciudad de Santa Fe".