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Miércoles, 2 de diciembre de 2009

CIUDAD › BUENO DECLARó EN SEDE DE LA POLICíA FEDERAL DE BRASIL DONDE RECIBIó CONSEJOS

Un represor con status de refugiado

Bueno fue asistido durante la declaración testimonial por un policía federal de Brasil -más allá de sus defensores públicos-, en un hecho "realmente inédito". Ante esta situación, se suspendió la medida que hoy prosigue ante un juez criminal.

 Por José Maggi

La declaración testimonial del represor argentino Gustavo Bueno- detenido por Interpol en Brasil- fue suspendida ayer por el presidente del Tribunal Oral Federal Nº 1, Otmar Paulucci, quien viajó como parte de una comitiva compuesta por una fiscal, dos abogadas querellantes y un defensor oficial. "Suspendimos la medida por la participación policial en la declaración del testigo, incluso por sobre su defensa, un hecho realmente inédito", explicó Paulucci a Rosario/12, quien luego de dos jornadas consecutivas de estar en contacto con el detenido no pudo profundizar en sus dichos de 1984 que permitieron conocer entonces el funcionamiento detallado del aparato represivo en Rosario. La comitiva denunció maltrato y atropellos de un efectivo de la policía local, quien aseguró que Bueno tiene calidad de "refugiado". La declaración continuará hoy ante un juez criminal federal. "Durante toda la audiencia, los policías se dirigieron en forma agresiva e intimidatoria hacia la comitiva. Llegaron a manifestarnos que aquí no éramos nadie, que éramos extranjeros", denunció la abogada de Hijos Ana Oberlin.

El primer juicio contra represores se trasladó esta semana a la ciudad brasilera Belem do Pará, para tomar la declaración de Bueno, quien había brindado un testimonio clave durante los '80 en el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS). Para la realización de esta medida viajó una comisión formada por Paulucci, junto al secretario Osvaldo Facciano, la fiscal Mabel Colalongo, las abogadas querellantes Ana Oberlin y Virginia Blando, además de Germán Artola, como defensor de los imputados de la causa Guerrieri Amelong. En tanto se sumó en Belém la cónsul argentina, María Margarita Ahumada.

"Por decisión del Superior Tribunal Brasilero, orden emitida por la Ministra Ellen Gracie (integrante de ese Tribunal), se delegó la realización de la medida en la Policía Federal de Brasil, pese a que la rogatoria del presidente del Tribunal Oral 1, solicitaba que se tomara ante un juez con competencia criminal. La posibilidad de la realización de una medida de estas características ante la policía está prevista en el Tratado de Cooperación en Materia Penal Argentina/Brasil", explicó la abogada de Hijos.

El 30 de noviembre, la comitiva argentina se presentó en la Policía Federal de Belém do Pará, donde estaba prevista la realización de la testimonial y donde está actualmente detenido Bueno. En ese lugar se hallaban presentes la persona que dirigiría la medida (comisionada al efecto e integrante de la Policía Federal), el represor Bueno, junto con dos abogadas defensoras oficiales brasileras -debido a la existencia de un proceso de extradición en curso por pedido del juez federal rosarino Marcelo Bailaque, en relación con la causa "Gazzari Barroso"- y un delegado de la Policía Federal que comanda la custodia de Bueno, Mendes Filter. También se hallaba presente un efectivo de Interpol.

"Se nos hizo saber en ese momento que Bueno tiene calidad de refugiado en este país, cuestión que no fue acreditada, presuntamente debido a que tuvo que escapar de Argentina por correr riesgo su vida en los años 80", contó la abogada de Hijos.

Oberlin afirmó sorprendida que "desde el comienzo de la medida existieron diversas dificultades, dadas fundamentalmente por la participación e interrupción continua del delegado de la policía federal, quien le hacía manifestaciones al testigo y a nosotros. Por ello, en diversas oportunidades solicitamos que no se le autorizara el uso de la palabra. Ello determinó que el Jefe de la Delegación también se sumara al acto. Este último, lejos de intervenir ante la actitud incorrecta del primer oficial, se sumó a las interrupciones, aconsejando a Bueno que no declarara ante tal o cual pregunta".

En horas de la tarde, el mismo se interrumpió y se pasó a un cuarto intermedio hasta el día de ayer, martes. Según informaron miembros de la delegación argentina, ayer "volvieron a suscitarse distintos inconvenientes". Primero la defensora informó que Bueno no iba a declarar mas allí, que s'olo lo haría ante un juez criminal, lo que provocó una serie de planteos por parte de la querella y una advertencia del conflicto internacional que se podía generar.

"En ese momento la defensora de Bueno, se comunicó con alguien -no sabemos con quién y volvió al recinto para decirnos que continuemos con la medida. Nosotros, cansados de esta situación y considerando que no se estaban garantizando las condiciones necesarias para llevar adelante la medida, definimos retirarnos del lugar e ir al Juzgado Federal a solicitar que un juez criminal tomara la audiencia", expresó Oberlin.

"Al llegar al Juzgado Federal, el trato fue muy distinto. Fuimos recibidos por diferentes secretarios, quienes estaban al tanto de la situación, debido a la intervención de las autoridades argentinas aquí", señaló Oberlin, quien indicó que "finalmente, la testimonial será tomada en el día de mañana (por hoy) en el Juzgado Federal, ante un juez con competencia criminal".

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El presidente del Tribunal Oral Federal Nº 1, Otmar Paulucci, uno de los que viajó.
 
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