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Personal policial detuvo ayer a un hombre que estaría relacionado con el robo a siete talleres de joyería de Maipú al 900, sucedido hace menos de un mes. Fue tras dos allanamientos, ordenados por el Juzgado de Instrucción de la octava nominación, en propiedades de Godoy Cruz al 1400, donde además se encontraron relojes, joyas de oro, dijes, cadenas, pulseras de plata, llaveros y mallas metálicas, entre otras cosas. Por su parte, el tesorero de la Asociación de Joyerías, Relojerías y Afines de Rosario, Sergio Obulgen, consideró que la mercadería recuperada por la policía "puede pertenecer a estos siete talleres, pero la cantidad me hace pensar que puede pertenecer a otras joyerías que fueron robadas previo a este hecho, que si bien no trascendió públicamente, fue importante. Lo podremos saber cuando la policía haga hablar a la persona detenida, porque yo creo que de ese desvalijamiento participaron más de tres personas".

Luego que el 19 de noviembre pasado siete talleres de reparación y restauración de joyas, ubicados en una galería de Maipú 963, fueran saqueados, la policía continuó con la investigación del hecho, y en un allanamiento realizado durante el feriado de ayer, dio con un hombre, identificado como Hernán L., que es sospechoso del hecho. "Creo que la fuerza debe continuar con las investigaciones, porque si este hombre es el culpable del robo, no creo que lo haya hecho sólo. De ese saqueo participaron entre tres y cuatro personas".

Según detallaron desde la policía, en el operativo se encontraron gran cantidad de relojes de marcas como New Man, Casio, Guess, también joyas de oro, 150 dijes, casi 40 cadenas, diez pulseras de plata, paños exhibidores de alhajas, además de llaveros, mallas metálicas y anillos. Las dos viviendas en las que se realizó el procedimiento -Godoy Cruz 1425 y 1439, una frente a otra- estarían a nombre de la misma persona que fue detenida, y en ambas se halló mercadería.

El sector de los joyeros de calle Maipú participó de varias reuniones para pedir mayor seguridad en la zona, ya que los talleres fueron desvalijados 15 días después que en la misma calle, pero en la cuadra del 1000, sucediera el crimen de otro joyero. Ese hecho hizo que varios de los propietarios decidieran poner alarmas; sin embargo, los talleristas no las tenían instaladas todavía cuando se llevó a cabo el desvalijamiento.

Obulgen se refirió a los encuentros con autoridades policiales y municipales, e indicó que se logró un "mínimo" acompañamiento luego que presentaran un pedido por mayor presencia policial -con el que no todos los trabajadores del sector estuvieron de acuerdo, por cuestiones de "negocios"-, que "será elevado al ministerio de Seguridad provincial, por parte de la Comisión de Seguridad del Concejo Municipal".