Domingo, 28 de febrero de 2010 | Hoy
CIUDAD › ESTá EN MARCHA LA REAPERTURA DE LA EX FáBRICA MAHLE
En estos días las expectativas se renuevan porque se ve movimiento en la planta. Ex delegados de la fábrica sostienen que fueron ellos quienes cuidaron e hicieron
posible que Kim SA -la compradora- "hoy se encuentre con la planta en condiciones".
Por Alicia Simeoni
Alrededor de 139 trabajadores que dependían de la firma alemana Mahle esperan con ansiedad que la compradora, Kim S.A., ponga en marcha la fábrica y los llame para incorporarse a sus puestos de trabajo. Después de diez meses que la empresa cerró, y cinco desde que no cobran sus sueldos, aguardan que la cara visible de los nuevos dueños, el empresario Jorge Basualdo, los convoque y puedan retomar muchos aspectos de la normalidad de sus vidas. El de los trabajadores de Mahle fue el conflicto laboral más largo y de mayor proyección en la ciudad y terminó con el retiro de la mayor parte de los trabajadores, 300 en total, mientras que 139 resistieron un tiempo más, hasta que fueron despedidos, apostando a la reapertura de la fuente de trabajo. En estos días las expectativas se renuevan porque se ve movimiento en la planta y sostienen que fueron ellos quienes cuidaron e hicieron posible que Kim SA "hoy se encuentre con la planta en condiciones". El delegado del personal Claudio Maldonado junto a Gabriel Jurado y Mónica Piccioni, ambos con mucha antigüedad en la fábrica, dan datos sobre que se registraron enfermedades diversas -muchos casos de depresión- y problemas de relaciones familiares entre la gente que pasó de tener una vida organizada a comprobarse en el "vacío" del "no tener qué hacer". Según dicen el 80 por ciento de los dependientes de Mahle -tanto entre quienes se retiraron como entre los 139 que se mantuvieron hasta ser despedidos-, no consiguieron un trabajo estable.
Los trabajadores siguen con ansiedad cada movimiento, por pequeño que sea y que dé una señal de preparación de vida y rutina productiva en la fábrica ubicada en avenida Presidente Perón al 5.600. "El sábado pasado conectaron la luz y se ve movimiento de autos y camiones que están en la limpieza o algunas cuestiones de mantenimiento", dijeron operarios que esperan el comienzo de marzo para ser convocados.
El delegado Maldonado, Jurado y Piccioni reflexionan acerca de algunas de las situaciones que se vivieron en el transcurso de estos meses y que posibilitaron que la fábrica fuera comprada en toda su estructura operativa y que alquila las instalaciones y el terreno sobre las que hay una sentencia judicial en una causa que Medio Ambiente de la provincia inició y ganó contra la firma anterior a Mahle, la ex DANA.
Los trabajadores no tuvieron contacto en el último tiempo con el empresario Basualdo. En realidad lo conocieron cuando comenzó la oferta de la empresa desde el grupo alemán a distintos posibles interesados. En mayo pasado Basualdo quiso conocer la planta, pero poco tiempo después su interés y posibilidad quedaron de costado cuando apareció en escena la empresa de Rodrigo Vasena, el sobrino del ex ministro de Economía Krieger Vasena y dueño de Eurparts, la empresa radicada en Brasil y que apareció como la interesada en la compra. Por ese tiempo se hablaba de que Vasena se haría cargo de la fábrica por el 30 de junio. En el marco de las negociaciones se le pidió al personal que pidiera a la presidenta Cristina Fernández que auxiliara a Vasena con el crédito que necesitaba para hacer frente a la puesta en marcha de la fábrica, pero luego la operación se diluyó y los trabajadores que se habían entusiasmado por el convencimiento de que reabriría la fuente de trabajo, volvieron a quedarse con las manos vacías. Después vino la intervención del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la idea de que se la transformaría en una empresa estatal.
A partir de agosto, Mahle no quiso continuar con el pago de sueldos, vinieron los retiros voluntarios de 300 personas y fueron 139 los que quedaron hasta el final. "Desde Kim SA. pudieron comprar la empresa porque los trabajadores la cuidamos, fuimos despedidos y aun así mostramos la voluntad negociadora cuando nos retiramos de la planta para que la nueva firma entrara con tranquilidad a la empresa", dijo Maldonado a Rosario/12.
No fueron fáciles para los trabajadores los 10 meses desde el cierre de la planta y más todavía para los 139 que decidieron apostar hasta fin de año a que la empresa se vendiera, se reabriera y fuera viable. "Tanto desde el gobierno nacional como desde el provincial existe el compromiso de gestionar para que quienes resistimos hasta el final seamos los primeros en entrar", se dice.
"Hay que estar en el pellejo de quien tuvo una vida organizada en función de su trabajo y por tanto también organizada su vida familiar, para pasar a no cobrar, a no tener el compromiso diario de cumplir con una tarea... Se siente un gran vacío y no se sabe qué hacer", dice Jurado que trabajó 20 años en la planta. No habla de su caso en particular sino que lo hace de quienes "se enfermaron, tuvieron dificultades en sus relaciones familiares y la profunda angustia les trajo grandes trastornos y depresiones".
Los tres sostienen que entre quienes aceptaron el retiro y entre quienes se quedaron, un 80 por ciento no consiguió trabajo estable y "las condiciones que se encuentran son de extrema precarización ".
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