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El secretario general de Amsafé Rosario, Gustavo Terés, reiteró ayer su pedido para reabrir la discusión paritaria con el sector. Teniendo en cuenta los acuerdos que están logrando algunos gremios nacionales, Terés dijo que "cuando se pidió un 30 por ciento de aumento a comienzos de año, no fue un pedido alocado". Según el dirigente, "la mayoría de las paritarias están cerrando entre un 28 y 35 por ciento. Esto nos está mostrando la proyección de la inflación y la perspectiva de defensa de salarios que están haciendo la mayoría de los gremios". A partir de estas declaraciones, Rosario/12 consultó a Jorge Hoffmann, titular de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de Santa Fe; Alberto Maguid, secretario General de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN); y a Antonio Ratner, secretario adjunto de la Federación de Trabajadores Municipales (Festram) para analizar la problemática.

Terés consideró, ante la consulta de este diario, que el pedido de la reapertura de la mesa de discusión salarial se basa en dos ejes. "Si esto lo comparamos con lo que se arregló en un primer momento para un sector de la docencia, que llega a un 23 por ciento en el mes de agosto, y en algunos un 21 en diciembre para otro sector, nos damos cuenta que claramente estamos en una situación de desventaja, de pérdida del poder adquisitivo", precisó.

"En segundo lugar continuó el dirigente gremial creemos que es necesario plantear las correcciones de un aumento que fue discriminatorio. Tenemos sectores que no llegaron al 17, que han recibido entre un 9 y un 12 por ciento; otros llegarán a un 17, 18 recién en agosto, y que van a terminar de cobrar el aumento en diciembre para cobrar en enero".

Para el secretario General de la delegación local de Amsafé, "el gobierno y la comisión directiva provincial de alguna manera son partícipes de este aumento discriminatorio para los catedráticos, las escuelas especiales y las de jornada completa, y eso no tiene nada que ver con que estén cobrando menos por el impuesto a las ganancias".

Hoffmann, por su parte, indicó que "en la Argentina se negocian alrededor de 1.600 convenios. Los que se están negociando en estos momentos y que han obtenido una importante mejora, se negociaron hace un año atrás; por lo tanto, no tuvieron políticas salarial en los últimos meses, mientras que nosotros tenemos incrementos desde el mes de febrero".

El secretario General de ATE Santa Fe explicó que las políticas que en general se están acordando, "son porcentajes que se difieren en el tiempo. Si hay un 33 por ciento para el sindicato de la alimentación, no es a partir de mayo, son políticas escalonadas. Nosotros, dentro de siete meses, y de no mediar un proceso inflacionario que exceda el 20 por ciento que acordamos, estamos volviendo a discutir política salarial".

El titular de ATE considera que todavía "se está lejos" de aplicar la cláusula de garantía acordada con el gobierno provincial, que se aplica automáticamente si la inflación supera el 20 por ciento. De todos modos, el dirigente señaló como "preocupante" el importante incremento en los alimentos que componen la canasta básica. "Aquí corresponde una fuerte acción del Estado, tendiente a estudiar la cadena de valor del proceso alimentario para determinar en qué sector se está produciendo una ganancia excesiva", apuntó.

Hoffmann agregó: "Lo que jamás podemos hacer los asalariados, si somos coherentes con los intereses que representamos, es alentar el espiral inflacionario, por eso preferiría que no se tenga que aplicar la cláusula gatillo en la política salarial, y que la inflación ceda. El aliento a la desestabilización es una cultura de los sectores ultras, tanto de derecha como de izquierda".

En la misma sintonía, Maguid dijo que imponer una cláusula gatillo en la negociación paritaria resultó, a la luz de los hechos, visionaria. "Por tal motivo, nosotros no tenemos que pedir ninguna apertura de paritaria porque nuestros sueldos van a acompañar la inflación. Durante muchos años se dijo que el costo de vida sube por el ascensor y los sueldos por la escalera. Nosotros podemos decir hoy que nuestros sueldos toman el mismo ascensor que la inflación", graficó el histórico dirigente santafesino.

De todos modos, el secretario General de UPCN reconoce que los acuerdos de algunos gremios que superan el 30 por ciento repercuten en el afiliado. "La gente tiene necesidades porque los sueldos de los empleados públicos, más allá de la inflación, son muy bajos. Si bien nosotros, junto con ATE, hemos avanzado mucho, esto no significa que podamos decir hoy que la gente entienda la cláusula gatillo, la gente quiere más plata. Pero frente a las posibilidades que teníamos cuando el gobierno ofrecía un 7 por ciento, haber logrado el 15, el 5, y la cláusula; lo que estamos diciendo es que cualquiera sea la inflación, este año seguirán teniendo la misma plata", explicó Maguid.

Para Ratner, la situación amerita la lectura de dos realidades. "Una es la de las organizaciones nacionales que han acordado aumentos fijos a principio de año y que ahora necesitan regularizar esta suma en paritaria. En nuestro caso, que se localiza a través de los presidentes comunales e intendentes, acordamos en los primeros seis meses del año un aumento del 20 por ciento".

El secretario adjunto de Festram dijo que para el próximo mes, y teniendo en cuenta que hay una tendencia a frenar el proceso inflacionaria, "al menos es lo que busca la CGT y el sector empresario", analizarán los índices, consultando distintas fuentes, para observar en qué situación se encuentra este proceso. "Lo que sí puedo asegurar es que si el proceso inflacionario supere lo convenido como aumento salarial, pediremos el ajuste que sea necesario, ya que así lo establecimos en el acuerdo", concluyó Ratner.