"Que la gente pueda disfrutar libremente de este lugar". Ese fue el mensaje que expresó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner una vez que dejó inauguradas las obras de refacción de los muelles del Parque España. Junto a ella participaron del corte de cintas el gobernador Hermes Binner, el intendente Miguel Lifschitz, el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido y el diputado nacional por el Frente para la Victoria, Agustín Rossi. Los trabajos demandaron a la Nación una inversión de 60 millones de pesos para 700 metros lineales de extensión.

Con puntualidad tal como se había anunciado, el helicóptero de Presidencia aterrizó en el predio de Prefectura Naval a las 11.09. Escoltada por móviles policiales, camionetas de la Guardia Urbana Municipal (GUM) y dos ambulancias, la presidenta recorrió los 150 metros que la separaban del lugar del acto a bordo de una combi. La acompañaba la plana mayor de su gabinete. En los muelles, ya la aguardaban diputados provinciales y concejales kirchneristas y socialistas y todos los intendentes de la región leales al gobierno nacional. Cristina saludó, uno por uno, a todos.

Apenas concluyó con el corte formal de cintas, la presidenta se dirigió a saludar a los militantes que estaban apostados tras un enrejado, a unos 80 metros del centro del acto. Las columnas del Movimiento Santafesino por la Justicia Social, el Movimiento Evita, el Frente Transversal San Martín, la organización Tupac Amaru, el Sindicato de Camioneros y delegaciones justicialistas de las localidades de Venado Tuerto, Roldán, Pérez, Cañada de Gómez se hicieron sentir a través del despliegue de banderas y pancartas y el estallido de los bombos y redoblantes. Fue allí cuando el gobernador Binner debió padecer, a unos metros, duros y extensos insultos de parte de un numeroso grupo de simpatizantes peronistas.

Una vez que recorrió toda la extensión del enrejado, Cristina se subió rápidamente a la combi que trasladaba, aunque, ya dentro del vehículo, se detuvo para dialogar con los periodistas y expresar su satisfacción por participar de la inauguración de una obra "espléndida". "Charlábamos con el intendente (Lifschitz) y decíamos que es el mejor espacio público de todo el que hoy tiene la costa del río", estimó Cristina y valoró: "aparte es de acceso absolutamente público". "Es importante conservar lo público, que lo bueno solamente no tenga que ser mediante el pago de cosas, con lo privado. Ojalá que la gente pueda disfrutar libremente de este lugar. Fue una obra de mucho dinero, yo la he venido a ver varias veces durante su ejecución y ahora la venimos a inaugurar", explicó la presidenta.

Sonriente y predispuesta a dialogar con los medios de comunicación, Fernández dijo sentirse "muy contenta" de estar en Rosario "para recordar a la bandera y a quién yo digo que fue nuestro padre de la patria". "Madre hay una sola, pero padres hay varios y creo que Belgrano, si bien se lo recuerda por el tema de la bandera, es otro gran padre de la patria", afirmó.

Con la intención de recibir a la presidenta "como se merece", el Sindicato de Dragado y Balzamiento apostó dos barcos en el río Paraná, justo frente al sitio del acto. Grandes globos y pasacalles con la inscripción "Bienvenida compañera presidenta" distinguían a las unidades. A unos metros, un barco y un gomón de Prefectura controlaban que no sucediera nada fuera de lo normal. Sobre uno de los laterales del Galpón 11, una bandera pintada con letras de color azul rezaba: "Hugo Moyano desea que en este Bicentenario nos encontremos unidos por una sola bandera que sea para la justicia social, empuñada por todos los trabajadores".

Sin ánimo de confrontar, la presidenta entendió que el 20 de junio, el Día de la Bandera, "es un día de unificación de todos los argentinos". "Para recordar lo grande que fue Belgrano, las cosas que hizo y que hicieron otros argentinos para que pudiéramos tener libertad y ser un país independiente", explicó.

Imaginando lo que ocurriría un rato después en el Monumento a la Bandera, la presidenta rememoró los festejos del Bicentenario que se realizaron en la Avenida 9 de Julio, en Buenos Aires, cuando la bandera argentina de 18 kilómetros de largo y confeccionada por los rosarinos cerró el desfile de todas las provincias. "Fue un broche de oro para ese día, un día de mucha alegría como seguramente va a ser hoy porque es un día espléndido", aventuró.

Casi con la combi en marcha, pidió detenerse cuando escuchó la palabra "bloguero" de la boca de un joven. "Mi hijo es fanático de los blogueros", reveló Cristina y comentó que el presidente de la Autoridad Federal de Aplicación de la Ley de Servicios Audiovisuales, Gabriel Mariotto le contó que "en varias universidades están estudiando el movimiento de los blogueros peronistas". "En realidad, el peronismo siempre fue un fenómeno, en la red y en la política", se despidió, pícara, mientras dejaba atrás a periodistas y camarógrafos.