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Héctor (Chinche) y Yolanda Medina se presentarán hoy como querellantes en la causa que investiga el secuestro de su hermano Oscar, el 20 de octubre de 1976, que se encuentra en etapa de instrucción. En tanto, ayer se realizó una nueva audiencia de la causa Díaz Bessone, después de dos semanas. La lectura de los requerimientos de las querellas por el delito de asociación ilícita contra José Antonio Scortecchini (Archi) llevó toda la jornada.

Ramón Genaro Díaz Bessone, José Lofiego, Mario Alfredo Marcote, Scortechini, Ramón Rito Vergara y Ricardo Chomicki están acusados por privación ilegítima de la libertad, tormentos y asociación ilícita. En tanto, Díaz Bessone y Lofiego también lo están por asesinato. Durante la jornada de ayer, Marcote leyó y subrayó una revista, que luego dejó en el maletín.

El inicio de la jornada se demoró por un pedido del presidente del Tribunal, Jorge Benegas Echagüe, para obviar la repetición de los argumentos jurídicos en la lectura de las distintas querellas. El defensor oficial de Scortecchini, Germán Artola, pidió un cuarto intermedio para analizar la situación, y finalmente rechazó la solicitud.

Cuando se terminó la lectura del requerimiento de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, continuó la de Hijos, y luego la de los querellantes particulares representados por Gabriela Durruty y Daniela Asinari. Los argumentos jurídicos se repiten en cada una de las acusaciones, que resaltan la participación de Scortecchini en la asociación ilícita agravada que ejecutó el plan sistemático de represión ilegal en la zona.

Al mismo tiempo, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Rosario se presentará hoy, a las 11, junto a Héctor Y Yolanda Medina, para presentar la querella por la desaparición de Oscar. "Tenía apenas 23 años, dos pequeñas hijas y fue llevado de su hogar de Villa Gobernador Gálvez, en horas de la madrugada, ante la desesperación de su esposa", relataron desde Familiares. Según contó la compañera de Oscar, los integrantes de la patota "irrumpieron vestidos de civil, a los gritos y golpeándolo, mientras exigían a Oscar que nombre a los compañeros. Ante su negativa, le ataron las manos y los pies para atrás, le vendaron los ojos y lo sacaron, arrastrándolo hacia uno de los 4 autos en los que habían llegado". Los miembros del grupo de tareas lo metieron en el baúl y le gritaron: "Te vamos a matar, guerrillero sucio, pensaste que ibas a cambiar la historia, negro sucio. Y ahora nosotros decidiremos que hacer con vos". Desde entonces, Elisa Medina (madre de la plaza 25 de mayo y presidenta honoraria de Familiares hasta su fallecimiento), junto a su hija Yolanda, comenzaron un largo peregrinar para conocer el destino del joven. "Todavía no sabemos cuál fue su destino. Pero debemos decir que la historia se cambia con lucha, con compromiso y con voluntad política", dijeron los familiares que hoy se presentarán como querellantes.