A contramano de lo registrado en la media nacional, la pobreza y la indigencia subieron levemente en el Gran Rosario en el primer semestre del año, en comparación con igual período de 2009, según infomó ayer el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). De acuerdo a los datos, correspondientes a la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), el 14,7 por ciento de las personas de la ciudad y su área metropolitana son pobres, un 0,1 por ciento más que hace un año. Los rosarinos que se ubicaron por debajo de la línea de indigencia en los primeros seis meses de 2010, fueron el 5,7 por ciento, medio punto más que el año pasado.

En junio, mes de cierre de la medición, una familia tipo requirió de 536,86 pesos para comprar la alimentación indispensable y no caer en la indigencia. Ese mismo núcleo familiar requirió 1165,47 pesos para adquirir la Canasta Básica Total (CBT) que mide la pobreza.

A nivel nacional la pobreza descendió casi dos puntos (pasó de 13.9 a 12 por ciento), mientras que la indigencia también bajó, del 4 al 3.1 por ciento. En el Gran Rosario el panorama fue diferente: no hubo descenso sino aumento, aunque leve, de la pobreza y la indigencia. Las personas pobres pasaron del 14,6 al 14,7 por ciento y las indigentes del 5,7 al 6,2. Lo curioso es que en ambas categorías bajó el porcentaje si se mide por hogares: la pobreza descendió del 10 al 9.4 por ciento, mientras que la indigencia pasó del 4,2 al 3.9.