Bajo el lema "¡No en mi nombre!", agrupaciones y movimientos de derechos humanos, junto a otras organizaciones sociales, presentarán hoy cartas de renuncia a la Iglesia Católica, en el Arzobispado de Rosario. La idea de la campaña, realizada en varias ciudades de América latina en el marco del Día Internacional de los Derechos Humanos, es hacer una presentación colectiva de apostasías, y así manifestarse en contra del pago de subsidios que la institución recibe por parte del Estado Nacional. Se trata de un "acto de repudio público a la manipulación ideológica y material de la Iglesia Católica en la vida ciudadana", indicaron los organizadores de la movida, que comenzará a las 10.30 en la plaza Pringles, para marchar hasta Córdoba 1677 -frente al Arzobispado- donde se presentarán las renuncias de los rosarinos interesados. Helena Andrés, miembro de la Colectiva Feminista, indicó a Rosario/12 que es una especie de "desbautismo" y que simboliza el quite de la legitimidad de la que se jacta la Iglesia para recibir un subsidio anual "de millones de pesos", por la cantidad de personas bautizadas en la religión católica. El año pasado, hubo más de mil presentaciones en todo el país.

Según indicó Andrés, con estas apostasías los ciudadanos "que fueron bautizados sin su consentimiento" podrán dejar en claro que la Iglesia Católica "no los representa", y que "no están de acuerdo con que reciba dinero del Presupuesto Nacional en nombre de esas personas".

La apostasía, que puede hacerse en cualquier momento del año, "es un derecho" de cualquier persona bautizada en la Iglesia Católica. "Deberán presentar una carta -que puede bajarse de la página www.apostasiacolectiva.org- con los datos personales, fecha y lugar de bautismo, y la solicitud de renuncia a la institución", indicó Andrés, quien lamentó que muchas de las presentaciones que se hicieron años anteriores todavía no fueron aceptadas -incluso hubo rechazos-, por los "obstáculos" que pone la Iglesia. Sobre ese punto, se exigirán hoy "respuestas favorables a los cientos de pedidos presentados años anteriores".

"La Iglesia fundamenta la necesidad de recibir el subsidio del Estado por el solo hecho de tener una gran cantidad de personas que pertenecen a la institución. A partir de esto hacen una representación política y social, que influye en temas como el matrimonio igualitario, el aborto libre, seguro y gratuito, la libertad de expresión sexual, buscando imponer el modelo patriarcal que practican sus miembros activos", señaló la activista, quien aclaró: "Estamos en desacuerdo con muchas las miradas sociales de la Iglesia, y la apostasía es una forma de demostrarlo".

De la movilización, que se realizará casi simultáneamente en Rosario, La Plata, Mar del Plata, Buenos Aires, Salta, San Juan y Mendoza, participarán agrupaciones y movimientos de derechos humanos, sociales, de mujeres, de ateas y ateos, activistas de movimientos de diversidad sexual, personas que militan contra todo discurso de dominación sobre el propio cuerpo, quienes se identificarán con alguna prenda de color rojo. "La idea es asesorar a la gente y difundir la posibilidad de apostatar. Además, tendremos algunas cartas impresas (con los campos de datos vacíos) para repartir entre las personas que se acerquen interesadas en apostatar en ese mismo momento", junto a otras presentaciones que conformarán la apostasía colectiva.

La misma actividad llegará a ciudades de Brasil, Colombia, Chile, Costa Rica, México, Perú, Uruguay, Paraguay y Venezuela.