Más de 200 mil personas participaron anoche de la Caravana de los Deseos 2011. Allí, el intendente Miguel Lifschitz insistió con la unidad del Partido Socialista y apuntó a la continuidad de los procesos políticos "nacional, provincial y municipal". En diálogo con Rosario/12, el mandatario señaló: "Hay que aprovechar este momento del año en el que hay buenos deseos, buenas intenciones, expectativas y esperanzas para seguir conversando y buscar las mejores soluciones tanto para el partido como para el Frente Progresista, la provincia y la ciudad. Estamos es un buen escenario en Rosario y hay que saber aprovecharlo. Hay que tener la responsabilidad para priorizar el interés general por sobre los intereses particulares". En la misma línea, el gobernador Hermes Binner bajó el perfil del enfrentamiento con el senador Rubén Giustiniani pre candidato a gobernador por Santa Fe , y apuntó a "trabajar por la unidad del partido para que no fracase como la Alianza".

Aunque la tormenta desde el otro lado del río amenazaba con desatarse, a las 21 comenzó el show de fuegos artificiales, que llenó de color y emoción la noche todavía estrellada en Rosario. Cientos de embarcaciones llegaron a La Fluvial desde la costa norte, y arriba del barco Ciudad de Rosario, Binner, el ministro de Gobierno y Reforma de Estado, Antonio Bonfatti, y el intendente Lifschitz, graficaban el símbolo de una parte del socialismo, que manifiesta la necesidad de llegar unidos a las internas abiertas para no fracasar.

Celulares, cámaras de fotos y filmadoras se usaron para registrar el momento: casi 15 minutos de fuegos artificiales reflejados en el río, donde cientos de embarcaciones iluminadas formaban una suerte de espejo de las luces del centro de la ciudad. Antes que comenzara a oscurecer, cinco paracaidistas sobrevolaron el Parque de la Bandera, en un show de acrobacias en el aire.

A las 18.30 ya eran miles los rosarinos que se acercaron al escenario montado a un costado del Galpón 17, donde la música acompañaba el ritmo de las biromes que rápidamente redactaban los deseos, que luego serían depositados en los dos cofres blancos. "Yo pedí que mi hermana rinda bien las materias y que mi familia esté siempre unida", contó Martín, de 11 años. Por su parte, Mari, que anotaba en un papelito apoyado en la espalda de su marido, deseó: "Un año de mucha salud y felicidad para todos".

Aunque no llegó a tirar su deseo en el cofre, Lifschitz expresó: "Yo aspiro a que los resultados electorales tanto a nivel nacional, provincial y municipal permitan que los procesos tengan continuidad, que se profundicen los cambios y que se corrijan los errores que puede haber en cada uno de los niveles de gobierno. Lo importante aquí es que no haya cortes ni interrupciones para que el país siga avanzando". En el mismo sentido, el mandatario municipal aseguró que "dividir fuerzas no es bueno, y hay que hacer el máximo esfuerzo para no fracasar en las elecciones y para encontrar la mejor propuesta, no solamente para el interior de los socialistas sino para la ciudadanía: para la gente que en definitiva es la que con su voto va a decidir".

Por su parte, el gobernador Binner, se refirió a su destino nacional. "No queremos repetir el fracaso de la Alianza. Queremos proponer un programa para que la gente, como hacemos en Santa Fe y en Rosario, sepa por qué vota. Esto es lo que nos tiene que encolumnar para construir a nivel nacional una propuesta similar", señaló. El mandatario coincidió con el intendente Lifschitz en cuanto a que si va dividido, el socialismo fracasará en las internas abiertas, aunque aseguró: "Lo vamos a encontrar".