El intendente de Rosario, el socialista Miguel Lifschitz, reconoció ayer que la posible división del peronismo en Santa Fe "favorece e incrementa" las posibilidades del Frente Progresista de seguir en el gobierno de la provincia. En una entrevista con DyN, el jefe comunal advirtió que el Partido Socialista desaprovecha "un escenario tan positivo y favorable" con "diferencias internas" que sólo generan "divisiones e incertidumbre". Lifschitz aseguró que observaba al gobierno nacional "muy estabilizado" aunque aclaró que tras la muerte de Néstor Kirchner el oficialismo parece que "ha perdido iniciativa".

-Todo hace indicar que finalmente en Santa Fe el PJ va a ir dividido a las elecciones, ¿Se acrecientan las chances del Frente Progresista de retener la provincia?

-Sin dudas que la división del peronismo nos favorece. Es evidente que se abren otras perspectivas. Es entendible también y no deja de tener cierta coherencia la posición del sector de Agustín Rossi. Es más que evidente que su posición política es muy dispar a la que tiene hoy el Peronismo Federal. Sería ilógico entonces que terminaran compartiendo la misma lista.

¿Cómo analiza la puja interna que vive hoy el Partido Socialista?

Es paradójica la realidad de socialismo hoy. Si una la mira desde el contexto interno diría que estamos en el mejor momento de la historia del socialismo en Argentina después de 114 años, gobernando la ciudad de Rosario, la provincia de Santa Fe, con una presencia nacional importante, con una figura como la de Hermes Binner y con una perspectiva interesante de cara a las elecciones de 2011. La paradoja es tal vez que en ese escenario se empiezan a cruzar diferencias internas que se expresan en candidaturas, pero que reflejan situaciones de conflicto preexistentes y que hoy han hecho eclosión. Obviamente, que hay cierta incertidumbre sobre cuáles pueden ser las consecuencias futuras. Yo soy partidario de priorizar el consenso por sobre las aspiraciones personales.

¿Cuál es su rol en esta disputa interna? ¿Ha intentado mediar entre Binner y el senador Rubén Giustiniani?

Yo soy secretario general del partido en la provincia además de ser intendente. He tratado de hacer los máximos esfuerzos para lograr algún marco de consenso. Debo reconocer que hasta ahora mi intermediación no ha sido muy fructífera. Tengo la esperanza que, de aquí al 21 de febrero, podamos tener algún grado de avance. De lo contrario, colaboraré para que el proceso de elecciones internas sea lo menos traumático posible.

¿Declinó su deseo de ser gobernador?

-Como dirigente del Partido Socialista tengo que tomar la decisión que mejor convenga a la estructura del partido. Todavía no hay ninguna decisión cerrada sobre ningún tema. De todos modos, no deja de halagarme que desde distintos sectores y organismo sociales proclamen mi candidatura.

¿Descarta la idea de volver a ser nuevamente candidato a intendente?

A mí me apasiona ser intendente de Rosario, conozco la ciudad y la Municipalidad como pocos. Lo que tiene que quedar claro es que esta no es una decisión relacionada a mi gusto personal. Las convicciones de uno también pesan. Hace tiempo que vengo plateando que ocho años de gestión es un buen tiempo como para darle paso a las nuevas camadas de dirigentes. No es una decisión cerrada, pero esta es la idea que por estos días estoy analizando.