La CGT Rosario reiteró ayer ante el gobierno provincial y la concesionaria de la terminal portuaria local su apoyo a los estibadores que resisten el inicio del Puerto de la Música por temor a perder sus puestos de trabajo. La cúpula de la central obrera fue más allá y planteó un ultimátum: si en una semana no hay respuesta favorable al reclamo del Supa, los gremios afiliados a la Confederación General del Trabajo local analizarán lanzar medidas de fuerza colectivas. El sindicato que nuclea a los estibadores exigió el pase a planta de los 350 trabajadores en conflicto o bien que la gobernación traslade el lugar de las obras para que no sea necesario desafectar el muelle productivo donde se desempeñaban los contratados.

El encuentro fue en la sede local de la CGT. Al finalizar el cónclave, los estibadores admitieron que no se lograron grandes avances en la negociación y remarcaron que si en un plazo de una semana no se resuelve el conflicto podría haber medidas de fuerza por parte de la CGT Rosario.

"No hemos arribado a un acuerdo, pero hemos sacado varias cosas positivas para los trabajadores", reconoció el asesor gremial del Supa, César Aybar. En este sentido, el dirigente contó que el Consejo Directivo de la CGT le planteó a la empresa ﷓Terminal Puerto Rosario﷓ y al gobierno provincial "que están en total apoyo a los compañeros de los trabajadores portuarios, donde le plantearon que ellos abren esta mesa de diálogo, pero que la paciencia de la CGT se está acabando si no se resuelve en esta semana el conflicto".

Mañana está previsto un nuevo encuentro.