La inédita proliferación de roedores en las islas entrerrianas, además de preocupar a las autoridades sanitarias, está poniendo en peligro la actividad de los pescadores artesanales. En este marco, desde la Asociación Civil de Pescadores El Espinillo, que nuclea a unos 250 pescadores de Rosario y la zona, advirtieron que al instalarse algunas versiones relacionando a la leptospirosis con el consumo del dorado, "desde hace aproximadamente 20 días, los precios del pescado que se le pagan al pescador han sufrido una notable baja, no así en comercios y puestos de venta al público". Según los pescadores, "los únicos que se vieron beneficiados con este descenso de los precios fueron los acopiadores, quienes compran a precios irrisorios y venden al público a los precios habituales".

A través de un comunicado, los pescadores señalaron que la presencia de numerosa cantidad de ratones en las islas entrerrianas, provocaron "la internación de 16 personas con síntomas relacionados a la leptospirosis y el fallecimiento de una persona, todas en el departamento Victoria, provincia de Entre Ríos. Paralelamente, varias versiones intentaban relacionar esa enfermedad con el consumo de pescado de río, particularmente del dorado".

"Sin embargo -continúa el texto-, ninguna de las personas enfermas ni tampoco el fallecido, indican que la enfermedad haya sido transmitida por el consumo de pescado, sino por haber tenido contacto en su medio con excrementos y orina de los roedores".

Ante la consulta de este diario; Nelson Yapura, uno de los referentes de la Asociación de Pescadores, indicó que es "muy difícil que el dorado, una especie que es depredador (cazador), pueda contraer la enfermedad y, menos aún, que pueda transmitirla a seres humanos". El único requisito que planteó es que se "consuma el pescado bien cocido, como es habitual en la Cuenca del Plata, dado que por nuestra cultura, la gente no tiene la costumbre de consumir pescado crudo".

Frente a la problemática, lo cierto es que los pescadores pasaron de percibir ocho pesos a dos pesos por una boga; y como hay poco mercado, los pescadores temen que el precio continúe cayendo. Por tal motivo, se aceleraron los contactos con los funcionarios provinciales para encontrar una solución. Por otra parte, desde la Asociación desmintieron que ellos estén a favor de la quema de pastizales en las islas para combatir la invasión de roedores. "Sí hemos reclamado que no digan que el pescado está contaminado con lepstopirosis porque eso no es verdad", concluyó Yapura sobre la situación que viven los pescadores.