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Como el permiso otorgado a la empresa Lan para unir Rosario con Lima está próximo a expirar y los interesados no tienen señales de que se lo vayan a renovar, se activó el lobby para apurar novedades. El presidente del directorio del Aeropuerto Rosario, Raúl Garo (foto), interpretó que hay un boicot contra la ciudad y no descartó que el diablo de la campaña electoral haya metido la cola aún en un terreno infrecuente para batallas políticas como lo es un menú de vuelos internacionales. Y también el intendente Miguel Lifschitz le planteó esa preocupación al secretario de Transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi.

"Además de la coyuntura política que seguramente debe incidir, aquí se manifiesta una vez más la política errática de la Anac, como cuando hace tres años le negó a Copa Airlines sin ningún fundamento la posibilidad de volar entre Rosario y Panamá", acusó Garo en alusión a la Administración Nacional de la Aviación Civil Argentina.

El organismo que funciona bajo la órbita de Schiavi ﷓quien tuvo esta semana un duelo verbal con el gobierno santafesino por el subsidio al gasoil﷓ autorizó en diciembre pasado a la compañía aérea a realizar cinco vuelos semanales entre Rosario y la capital peruana. Ese permiso expirará a fin de este mes, y como la empresa no tuvo respuestas aún a sus pedidos de renovación, temen que esa ruta quede sin efecto.

"Esto es una estrategia de no atender a los aeropuertos del interior, es un boicot a un proyecto exitoso porque Lan está funcionando sin reclamos y había anunciado que reforzaría sus vuelos de manera de contar con uno diario", dijo el funcionario provincial y se quejó que en la autoridad federal no atienden sus llamados. La preocupación es compartida por el gobierno provincial, que interpreta la situación como "un palo en la rueda" del único aeropuerto del país que no está concesionado.