Un paciente del hospital Clemente Alvarez le asestó una trompada a una de las médicas que lo atendía el sábado de madrugada, en la guardia, y la situación movilizó a todo el personal del centro de emergencias para reclamar garantías de seguridad para poder trabajar. La Secretaría de Salud Pública municipal decidió incorporar más policías a los que ya cumplen tareas en el efector de avenida Pellegrini y Vera Mujica, y agentes de la Guardia Urbana Municipal. El director del Heca, Néstor Marchetti, y el secretario del Sindicato Municipal, Antonio Ratner, repudiaron la agresión y coincidieron en encuadrarla dentro de "una época de cultura violenta que en un centro médico de trauma llega al extremo".

El detonante ocurrió alrededor de las 2 de la mañana del sábado. Un joven de 23 años llegó a la guardia del Heca en un estado de alteración nerviosa, acompañado por su hermano, en situación parecida pero con el control suficiente como para describir que el muchacho había consumido cocaína y requería que lo atendieran. Marchetti, director del hospital, contó que los médicos de guardia estaban atendiendo al joven y se disponían a realizarle un electrocardiograma cuando de repente golpeó a una de las profesionales abocadas a él.

La agresión provocó un revuelo que los dos policías del destacamento policial no lograron controlar. Fue menester convocar una patrulla del Comando Radioeléctrico para detener al paciente fuera de sí. "En esas condiciones resultaba imposible internarlo. Los policías lo llevaron a la comisaría 13ª, la doctora radicó la denuncia, y luego el juez de turno ordenó la liberación del joven, aunque quedó imputado por lesiones. La médica ya se recuperó y hoy (por ayer) se reintegró a sus funciones", contó Marchetti.

En la mañana de ayer, el personal del hospital sostuvo una reunión con el director, con el secretario de Salud Pública, Lelio Mangiaterra, y el jefe de la seccional 13ª, comisario Bazán, para exigir una solución a situaciones como la denunciada. El acuerdo arribado consiste en sumar, además de los dos agentes asignados al destacamento policial que funciona en el Heca y un servicio de seguridad privada ya contratado, otros dos efectivos más, y una pareja de empleados de la GUM, como refuerzos para garantizar condiciones mínimas de seguridad. Los policías incorporados deberán vigilar áreas internas del hospital y también el perímetro, puesto que "muchas veces los desmanes ocurren afuera", señaló Marchetti.

Agregó que hoy empezarán a articular un sistema de alerta entre diferentes áreas para prevenir estos incidentes con pacientes y familiares que acuden al Heca.

El director del hospital señaló que agresiones como la sufrida por la médica de guardia suceden pero "no es cosa de todos los días". Analizó que "en una época muy crítica, con mucha violencia y consumo de alcohol y drogas, la gente llega muy alterada y a veces ocurre ésto, no sólo en el Heca, en todos los hospitales públicos".

Ratner condenó el episodio y le encontró una metáfora: "Trabajar en la guardia de un hospital de trauma es como vivir en la jungla. Hay un protocolo que el personal debe seguir, y la gente no lo entiende. Quienes llegan hasta allí lo hacen en un estado emocional inestable porque hubo de por medio un accidente, un ataque con armas, pero descargarse con el personal es una locura".

Recordó que estos casos se producen desde los tiempos en los que funcionaba la Asistencia Pública, y que "el Ejecutivo Municipal no tiene la solución". "Es difícil --agregó-- y aunque llenemos el hospital de policías el problema seguirá". El sindicalista sumó a las agresiones de pacientes "el maltrato de familiares para con médicos, enfermeros, camilleros y administrativos, el robo de medicamentos de gente que los toma en un descuido y los tira por la ventana porque afuera hay alguien para recogerlos".