La semana pasada, Rosario/12 dio cuenta de las denuncias de un grupo de vecinos de la ciudad de Carcarañá, sobre complicaciones de salud a raíz de los productos agroquímicos que se arrojaban en campos pertenecientes a la Escuela Agrotécnica Nº 486. Hablaban de reacciones alérgicas y problemas respiratorios. También de cáncer y leucemia. Desde la institución educativa niegan rotundamente las afirmaciones y su directora Liliana Colombo afirma: "La función primordial de la escuela es educar. Nunca vamos a hacer nada en contra de los alumnos y de la comunidad tampoco". La directiva asegura que toman todos los controles necesarios a la hora de utilizar químicos. "Puede haber gente que tenga una sensibilidad especial a determinados medicamentos", ahondó María Andrea Vázquez, Coordinadora General de Actividades Prácticas del colegio.

Colombo es ingeniera agrónoma desde hace 30 años y aduce conocer las consecuencias que produce el arrojo de químicos. La escuela posee tres campos lindantes en uno de sus laterales. El que limita con las casas de los vecinos denunciantes tiene una extensión de 2,2 hectáreas. Allí se siembra trigo y no se aplica glifosato, dice la directora. Cada vez que deben fumigar se comunican con el Municipio local para gestionar la "Receta agronómica", una especie de permiso otorgada por un ingeniero agrónomo matriculado e inscripto en la Provincia. A la vez, emplean un protocolo de aplicación.

¿Cómo protege sus campos la escuela? Ponen en práctica tres tareas: siembra directa, control integrado de plagas y rotación de cultivos. Al primero lo efectúan desde hace 14 años. "Aplicás ciertos herbicidas para lograr un control de las malezas y sobre eso sembrar", detalló Colombo. El segundo "tiene en cuenta los enemigos naturales de los insectos para aplicar menor cantidad de productos químicos, tiene menor umbral de daño por la cantidad de plagas que tenés por metro cuadrado". Mientra que rotan los cultivos para no enfrentar los "mismos enemigos y enfermedades en el suelo".

Las denuncias de los vecinos comenzaron en el pasado mes de agosto. A Colombo la sorprende porque "nunca" en más de veinte años de historia habían afrontado planteos similares. "Es la pregunta del millón, no sabemos por qué", ironiza. "Fuimos citados a la policía, cayó un móvil a la escuela provocando una zozobra interesante a los chicos. Hasta este momento estuvimos continuamente presentando papeles a la justicia (al Juzgado de Cañada de Gómez)", explicó Vázquez.

Para Colombo, toda denuncia debe ser rigurosa en su contenido. "Todas las afirmaciones que vos vas a hacer se basan en un rigor y conocimiento científico. Yo no puedo decir que tal o cual producto nos hizo mal si nosotros respetamos productos que están permitidos por la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes y usamos bajo una receta agronómica, bajo un control estricto", señaló la directora. "No vamos a negar lo que pasa con los vecinos", acotó Vázquez, pero adjuntó: "No tengo la información de un centro toxicológico que diga que esta persona se intoxicó".

Los vecinos le habían contado a Rosario/12 que la escuela arrojaba productos agroquímicos a cualquier hora. Día y noche. "No hay un horario, el producto se pasa. Nosotros lo pasamos en el horario que hay menor viento para respetar todas las condiciones", aseguró Colombo. "En la escuela hay trescientos alumnos más los docentes y nunca se produjo un caso ni de asma ni de alergia, por lo menos registrado ni con ningún certificado médico", amplió Vázquez.

Mientras utilizan productos químicos en los campos cercanos, la actividad escolar no cesa. Alumnos y docentes mantienen sus tareas dentro de la institución. Las directivas aseveran que respetan los 100 metros límites entre el campo y las viviendas, pero los vecinos habían afirmado que la máquina fumigadora circulaba a solo tres metros de sus hogares. "La escuela no tiene porqué ocultar algo. El lunes se acercó una de las vecinas. Ella no conocía cómo trabajábamos nosotros. Ahora le dijimos que cuando pasemos un producto la vamos a invitar. Nosotros y los chicos estamos ahí y nunca tuvimos un problema con nadie", narró Colombo.