Viernes, 18 de noviembre de 2011 | Hoy
CIUDAD › JUICIO POR CRIMEN DE PIMPI
Por Lorena Panzerini
Los tres acusados de asesinar de cinco balazos al ex barra de Ñuls, Roberto "Pimpi" Caminos, se declararon inocentes durante la primera jornada de juicio oral y público. Tanto la Fiscalía de la causa, integrada por Nora Marull y Marcelo Vienna, como la querella, remarcaron la "enemistad" existente entre los tres imputados con la víctima y "la disputa por el poder de la barrabrava", que tuvo a Caminos como líder hasta diciembre de 2008. Se habló de enfrentamientos anteriores entre las partes, instigaciones, venganza, "odio preexistente" y amenazas. Los tres hinchas están acusados de "homicidio calificado por concurso premeditado de dos o más personas y agravado por el uso de arma de fuego".
Marull los acusó de haber "coactuado para matar a Caminos: iban en un Fiat Uno blanco y a las 5.25 de la madrugada del 19 de marzo de 2010, en la esquina de Zeballos y Servando Bayo, en el bar Ezeiza, uno de ellos se bajó del auto, agazapado en la oscuridad, y con un arma 9 milímetros efectuó cinco disparos contra el cuerpo de Caminos, que salía del bar, y se fugaron".
La fiscal insistió que el hecho estuvo planeado, y apuntó a que "hay más personas implicadas" en el caso, aunque solo apuntó a René Ungaro, Carlos "Betito" Godoy y Emanuel Suárez, como los que dieron muerte a la víctima. Otros testigos apuntaron a que Godoy estuvo protegido por Diego "el Panadero" Ochoa, que evitó la detención durante un operativo en la cancha, tras el hecho.
Los enfrentamientos previos y posteriores a la muerte de Caminos fueron expuestos por la familia del ex barra; sobre todo los relacionados con los hermanos Ungaro. Ayer declararon las hermanas y el sobrino de Pimpi, quienes negaron haber culpado a la policía, apenas supieron de la muerte de Pimpi, y apuntaron directamente a dos de los imputados: Godoy y Ungaro.
Antes de que ingresaran los testigos a la sala de audiencia en el primer piso de los Tribunales Provinciales, los abogados de los tres imputados buscaron defender a sus clientes durante los alegatos en el inicio del juicio. El abogado de Ungaro aseguró que René "no integraba la barrabrava", y consideró que si la muerte de Pimpi se hubiera tratado de una venganza, sería justamente Caminos quien había querido cobrarse el último suceso, en el que supuestamente René le disparó a Caminos en la zona del abdomen, el 31 de diciembre de 2008, en un boliche. En tanto, la defensa de Godoy aseguró que "la acusación no va a prosperar".
Sin embargo, Luis Rodas, quien se presentó como jefe de Asuntos Internos de la zona sur, aseguró que el 4 de abril de 2010, a menos de un mes del asesinato, llegó a la cancha de Ñuls para detener a "Betito" Godoy, pero fue interceptado por "el Panadero", que le dijo al oficial que cuando hacían una cosa así (por el operativo), le tenían que avisar a él, y le dio su número de teléfono, y evitó que detuvieran a Godoy ese día. Además, se exhibió una foto de Godoy portando un arma, en el estadio.
El único de los acusados que decidió declarar ante el Tribunal integrado por Gustavo Salvador, José Luis Mascali, y Julio Kesuani fue Suárez; los otros dos dijeron que no iban a declarar porque eran inocentes. "Yo no tengo nada que ver. La noche del 18 de marzo de 2010, a las 11, fui a la casa de Candela, una amiga, a comer pizzas y tomar cerveza, en Teniente Agnetta y Cerrito. Jugamos a la play con otros amigos del Fonavi y sólo bajábamos a comprar cervezas a un quiosco que está abierto 24 horas", relató el acusado. Y agregó: "Cuando yo dije que no lo había hecho, fui presionado por los de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) que me pegaron; después, cuando llegué al juzgado, me sacó aparte el secretario (del juez de Instrucción 9º Javier Beltramone), y me dijo que si yo me hacía cargo iba a salir en libertad, que me quedara tranquilo; pero después aclaré lo que pasó, en otra declaración, porque ni siquiera fui al bar esa noche".
Por pedido de la Fiscalía, se leyeron algunas de las declaraciones que hicieron los acusados en sede judicial. Tanto Ungaro como Godoy aseguraron que a la hora del asesinato estuvieron en la comisaría 6ª, esperando que salieran unos amigos, que fueron detenidos a la salida del boliche Bonita, de Santa Fe al 3300, por el supuesto robo de un celular.
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