La Fiscalía y la querella pidieron ayer la pena de prisión perpetua para René Ungaro, Carlos "Betito" Godoy y Emanuel Suárez en juicio oral y público por el asesinato del ex jefe de la barrabrava de Ñuls, Roberto "Pimpi" Caminos. "No tenemos un video que nos muestre cómo se dieron los hechos esa madrugada, pero sí tenemos pruebas suficientes para decir que los tres imputados premeditaron el hecho y dieron muerte a Caminos", dijo la fiscal Nora Marull, quien realizó un análisis exhaustivo del accionar de cada uno de los acusados a partir de las cientos de llamadas entre ellos. Aunque no pudo precisar quien empuñó el arma, señaló que "es aleatorio quién fue el que se bajó del auto o quién manejaba; los tres tenían el mismo propósito". La querella, representada por Rubén Navas y Gabriel Navas, adhirió al pedido de condena, e hizo hincapié en la "alevosía y ensañamiento" con que actuaron los imputados. Además, se detuvieron en el accionar de Suárez: "Sin su colaboración y participación el hecho no se habría cumplido", dijo Navas sobre la persona acusada de haber "monitoreado" a Pimpi esa noche, en el bar donde horas después, "tras avisar a los otros dos co﷓imputados, dieron muerte a Caminos".

El juicio para esclarecer la muerte del ex barrabrava de Ñuls entró ayer en la etapa definitoria. La fiscal Marull detalló paso a paso cómo actuaron los tres imputados la madrugada del 19 de marzo de 2010, a partir de las declaraciones de los testigos que pasaron por las audiencias iniciadas el 17 de noviembre pasado. La fiscal indicó que se trabajó con bloques, según lo que se quería demostrar: la enemistad entre los imputados y Caminos, que daría cuenta del móvil del crimen; el redireccionamiento de la investigación a partir de testigos claves sobre cómo "los imputados se jactaron de haber matado a la víctima"; desenmarañar la coartada de los inculpados; y advertir sobre el informe de las llamadas que los acusados mantuvieron "durante toda la noche, menos durante 50 minutos, tiempo que estuvieron juntos, para matar a Pimpi".

Marull apuntó a que la noche previa al hecho, Caminos "recibió un llamado del Toro Gutiérrez para invitarlo al bar Ezeiza ﷓ya que era uno de los dueños﷓﷓. El aceptó, aunque tenía pensado ir al casino de Victoria. Permaneció adentro del local hasta las 5.15 cuando salió a fumar a la vereda de Servando Bayo al 1400. Ahí lo vieron dos de las testigos, que también vieron acercarse a una persona, con gorrita, agazapada, y con un arma en la mano, que le disparó a Pimpi a corta distancia, cinco balazos que le causaron la muerte".

La querella insistió con que los tres acusados por el asesinato, no fueron los únicos que planearon el hecho, y apuntaron a las personas que rodeaban a Caminos "supuestamente para cuidarlo" porque "no era un hombre de armas, sino de puños". "Fue traicionado", dijeron.

La fiscal relató los movimientos de los acusados esa madrugada. "Ricardo U. buscó a René a la 1.50; Ungaro subió al auto, y en el camino a Bonita, donde había acordado ir con Betito, Suárez los llamó para confirmarles que Pimpi estaba en el bar Ezeiza. Automáticamente, René y Betito llamaron a sus referentes ﷓Lelio "Chapita" Ungaro y el "Panadero" Ochoa﷓ para avisarles sobre la presencia de Caminos allí", comenzó el relato. "René iba con Unsalu en un auto, y Betito circulaba en el Fiat Uno blanco; ambos vehículos pasaron por el bar para analizar la zona, y se fueron a Bonita, donde los hermanos Fernández, conocidos de René y Betito, fueron detenidos tras protagonizar una pelea, y quedaron detenidos en la comisaría 6ª, donde sus novias esperaban afuera de la seccional. Hasta ahí fueron René, Betito y Suárez, entre las 4 y las 4.30, en el auto de Betito, aunque ellos en sus declaraciones estiraron el horario. De allí se fueron los tres entre las 5 y las 5.15. Desde ese momento y hasta pasadas las 6 de la madrugada, no hubo comunicaciones entre los tres, como había habido previamente. El teléfono de Suárez fue tomado por cinco antenas diferentes, lo que indica que no estuvo toda la noche en la casa de su cuñada, como declaró. Estuvo monitoreando a Pimpi. Los otros dos acusados lo pasaron a buscar y fueron a la comisaría para despistar".