Martes, 7 de febrero de 2012 | Hoy
CIUDAD › ALVARADO EXPLICA LOS BENEFICIOS DE LOS CARRILES EXCLUSIVOS
La responsable del transporte urbano de la ciudad explicó que el sistema que comienza a funcionar el lunes "es parte de un cambio cultural que debemos asumir en una ciudad que ha crecido". Críticas de comerciantes y apoyos de tacheros y colectiveros.
Por Luis Bastús
"La calle es el espacio público por excelencia, y como tal debemos pensarla en función de las personas, no de los vehículos", afirmó la gerenta del Ente de Transporte Rosario (ETR), Mónica Alvarado, al salir al cruce de quienes objetan el sistema de carriles exclusivos que entrará en vigencia el lunes próximo. Y es lo que viene reiterando en la seguidilla de reuniones que mantiene con cámaras corporativas e instituciones que se verán involucradas con las modificaciones introducidas en cuatro calles del centro: Santa Fe, San Lorenzo, Maipú y Laprida. El gremio de colectiveros apoya abiertamente el modelo, los taxistas tienen opiniones divididas, y los frentistas -comerciantes y particulares- son quienes exhiben mayores reparos. "Todo proceso de cambio genera una resistencia, que luego con la experiencia se revertirá. Habrá a quienes no les guste, pero deben entender que tiene que primar el interés general", subrayó Alvarado, cordial pero terminante.
Aunque todavía falta pintar la franja de seguridad entre la vereda y carril exclusivo, ya se aprecia la demarcación sobre el asfalto del carril para vehículos particulares, con el ancho inevitable para una sola hilera. Entonces surgen los primeros pareceres y suposiciones de lo que resultará el sistema. Comerciantes de calle Maipú plantearon su desacuerdo porque -temen- la imposibilidad de estacionar en esas cuadras les espantará clientes, porque los comerciantes que alquilan dejarán de hacerlo allí, porque la obligación de hacer carga y descarga de mercaderías de 0 a 7 "es sinónimo de inseguridad" y otros bemoles por el estilo.
El dueño del hotel Bahía, en Maipú al 1200, sumó su disenso y aseguró que el sistema lo perjudicará. Por ello, la titular del ETR mantenía anoche una reunión con la Asociación Gastronómica y Hotelera para consensuar una solución a ese reclamo puntual.
Desde el gremio de taxistas, Horacio Boix, secretario general del sindicato, expresó un apoyo inicial a la medida, aunque se reservó dudas a futuro. "Me parece que a los frentistas no les va a gustar. El pasajero ya no podrá tomar taxis en la cuadra sino que se tendrá que ir hasta la esquina. Pero bueno, apostemos a que funcione si es que, como dicen, agilizará el transporte público. La solución de fondo debería ser restringir el tránsito particular en el microcentro y sacar el estacionamiento medido en el macrocentro", planteó el taxista.
Sergio Copello, de la Unión Tranviarios Automotor, se pronunció en sintonía con el modelo a implementarse. "A los choferes nos beneficiará el carril exclusivo desde el punto de vista de las condiciones de trabajo, y será un avance para ordenar el tránsito. Entiendo que hay reparos, pero es un asunto que el vecino deberá plantear al municipio. Como dirigente de mi sector, los colectiveros, debo decir que la medida es positiva", defendió.
Consultada por Rosario/12, Alvarado expresó que "todo proceso de cambio genera una etapa de resistencia, fundada más que nada en el desconocimiento". Resaltó el diálogo abierto con los sectores afectados y pidió "un esfuerzo en pos del interés general". Sobre la restricción horaria a la descarga de mercaderías, aclaró que "quienes no puedan hacerlo antes de las 7, tienen un espacio reservado y sin estacionamiento medido en las calles transversales, después del sector para ascenso y descenso de pasajeros y de los contenedores de residuos". Acerca de los supuestos perjuicios a las ventas de los negocios de las calles, Alvarado expuso: "La gente compra caminando; si no fuera así, en las peatonales nadie vendería nada". Y en cuanto a lo angosto que resultarán los carriles para particulares, la titular del ETR recordó que "sólo se trata de dos calles para facilitar el ingreso y egreso del transporte en el eje norte-sur y otras dos para el eje este-oeste del área central. Fuera de ello, los conductores particulares pueden optar por cualquier otra de las calles paralelas que siguen manteniendo la circulación de siempre".
"Este sistema -insistió Alvarado- es parte de un cambio cultural que debemos asumir en una ciudad que ha crecido y lo sigue haciendo. Es inevitable tomar medidas en busca del interés general. Hoy no es posible que un ómnibus demore 25 minutos en atravesar el área central, y que la velocidad promedio allí sea de 7 kilómetros horarios. Se trata de optar: o facilitamos el desplazamiento de un colectivo que lleve 65 pasajeros, o que esas personas usen 65 autos para venir al centro. La calle es el espacio público por excelencia, debemos pensarla en función de las personas, no de los vehículos", finalizó.
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