El rescate de una niña sometida al delito de facilitamiento y promoción de la prostitución en un burdel de San Lorenzo provocó conmoción en los últimos días. Detrás de la historia particular, amanece una ciudad portuaria y cerealera en al que "el ejercicio de la prostitución está muy naturalizado". Como explicó la suboficial Mariela Aranda, jefa del Centro de Orientación a la Víctima de la Unidad Regional XVII, el meretricio "es parte del paisaje". Alrededor de 900 mil camiones arribaron el año pasado al cordón industrial. "La mayoría de los choferes son varones y una gran mayoría consume servicios sexuales. Vienen los embarcados, recorren por la avenida central y si los siguieras sé donde terminarían. Es complicado instalar el tema de la manera que lo abordan en otros lugares", describió Aranda.

San Lorenzo es la ciudad cabecera del departamento homónimo. Cuenta con alrededor de 50 mil habitantes estables y se encuentra gobernada por el Frente Progresista Cívico y Social de la mano del intendente radical Leonardo Raimundo, que asumió en el año 2007 y fue relegido en 2011 con el 65 por ciento de los votos. En una de las zonas industriales más importantes de la Argentina, la localidad emerge en el corazón del polo productivo agroexportador. Toda esa estructura genera "subrealidades", movimientos secundarios que se valen y benefician con el arribo de grandes cantidades de trabajadores y, sobretodo, dinero. Los billetes, la plata dulce, tiene varios destinos, pero la prostitución es un buen receptor de los intereses de choferes, obreros y, también, empresarios.

"Acá están brindadas las condiciones para el ejercicio de la prostitución", avisa Aranda, que desde el seno mismo de la policía se anima a describir un escenario aceptado por "todos" los sanlorencinos. "San Lorenzo tiene varias características históricas, pero sobre la prostitución está todo tan instalado, arraigado desde hace tanto tiempo, que a lo mejor empezar a hablar de esto es como... no sé si hay que ser muy valiente o loco. Porque no hay respuesta, no hace eco en autoridades con poder", señaló la Jefa del Centro de Orientación a la Víctima, área que si bien no se encarga de realizar controles sigue de cerca los casos de la zona.

El burdel del que fue rescatada la niña estaba habilitado como bar, "por el Tribunal de Faltas de la Municipalidad". A Aranda le llama la atención cómo "no siendo una ciudad inmensa", esta situación pasa desapercibida. "Es complejo. En estos días estuvieron matando perros acá, y por suerte hubo repercusión en la comunidad, un número interesante se acercó a la Jefatura para reclamar. Pero aparece este caso y nadie hace nada", se sorprendió la mujer.

¿Qué respuesta obtienen cuando realizan estos planteos ante autoridades judiciales o municipales?, preguntó Rosario/12. "Ninguna. Trabajamos con mucho cuidado, no soy una taradita, tenemos una libertad de acción en la violencia familiar y sexual", respondió. Hace unos meses y "por primera vez en diez años", el Concejo sanlorencino le abrió las puertas al debate de este tema. La titular del Centro se reunió con el Presidente del Cuerpo Legislativo Eduardo Ros para explicar que la "gran demanda" genera la situación.

Aranda enumera siete prostíbulos "formales" en la ciudad. Cree que "es muchísimo". Pero no solo eso. "Te imaginarás lo demás", dice. "Lo demás" es lo que ocurre por debajo. "En la entrada a la ciudad, están las travestis, además hay mujeres que van y se ponen en la placita, a la entrada de los camiones. En 2010 se realizó un procedimiento policial, donde detuvieron a dos autos que venían de Santa Fe, como remises truchos, con 17 mujeres, dos de ellas menores. Quedó como un antecedente, pero estaban en una de las tantas playas de camiones", apuntó la agente policial.

"Muchas" de las mujeres que ejercen la prostitución en San Lorenzo "son de afuera". Un buen número llega desde Rosario. "Entienden que acá hay una seguridad y no están tan expuestas como en una esquina de Rosario. Están armadas las estructuras, hay todo un dispositivo", aseguró Aranda.