La Unión Obrera de la Construcción de Rosario (Uocra) marchó ayer masivamente hasta la sede local de la Gobernación por la preocupante situación que atraviesa el sector. Los dirigentes gremiales Carlos Vergara y Sixto Irrazábal fueron recibidos por la viceministra de Trabajo, Nora Ramírez, a quien le entregaron un petitorio con las demandas por los despidos y suspensiones de trabajadores en la obra pública y privada. Las partes acordaron realizar una nueva reunión el próximo martes de la que participarán los directivos locales de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC). "Si el martes el gobierno y las empresas no encuentran una solución, seguramente habrá problemas", advirtió Irrazábal, quien precisó que en lo que va del año en la construcción "se perdieron 1000 puestos de trabajo".

En buen número, los trabajadores de la construcción se movilizaron ayer hasta Santa Fe y Moreno, preocupados por el difícil panorama que atraviesa el sector ante la paralización de la obra pública. "Nos entregaron un petitorio y estuvimos conversando acerca de la preocupación general por el impacto que tiene siempre el parate en la construcción, y lo han planteado también respecto de la obra pública en particular", señaló la viceministra a Rosario/12.

Ramírez informó que se acordó una reunión para el martes próximo junto con los representantes de las empresas constructoras "para hacer un relevamiento y analizar el estado de situación general que tanto preocupa. En función de eso, ver de qué modo articular que las empresas tengan un compromiso de que no se produzcan más despidos, y progresivamente, en la medida que se reactive la obra pública, ver el tema de las suspensiones y recuperar los puestos de trabajo".

Si bien Ramírez reconoció que están pendientes de que se resuelvan favorablemente las propuestas de pago que hará el gobierno a las empresas constructoras.

Por su parte, Irrazábal explicó a este diario que "hay obras que fueron ganadas en licitación, y las empresas dicen que cuando se licita una obra y se gana es porque el presupuesto está, pero lo cierto es que nunca se empezaron. El otro problema es que hay otras obras que arrancaron pero están paralizadas".

El dirigente gremial agregó: "Hay empresas que avisan que van a entrar en convocatoria la semana que viene porque no se les está pagando y no pueden afrontar sus pagos". En este difícil contexto, Irrazábal señaló que el gobierno provincial les planteará a las empresas constructoras que "no despidan más a nadie" hasta que el martes vuelvan a reunirse. "Pero si el gobierno y las empresas no encuentran una solución, seguramente habrá problemas", vaticinó.

Desde el gremio señalaron que hasta mayo se perdieron 1000 puestos de trabajo. "Pero las empresas amenazaron con seguir despidiendo si esta semana no tenían una respuesta favorable", planteó Irrazábal.