"Desde donde nos esté mirando, Evita siente profundo orgullo por la Presidenta que hoy tenemos", exclamó el diputado nacional Agustín Rossi en el homenaje que anoche el peronismo rosarino le rindió a la primera mujer del movimiento, al cumplirse sesenta años de su muerte, o "de su paso a la inmortalidad", como dijo el titular del Consejo Departamental, Eduardo Toniolli.

Diversas agrupaciones del PJ local enroladas en el kirchnerismo se concentraron al pie del Cristo Redentor situado frente al cementerio del Salvador para renovar su lealtad a la mítica figura que apuntaló la construcción política de Juan Perón. Una proyección de imágenes prologó el acto, y provocó el primer aplauso cuando la imagen fundió al presente, con Cristina Fernández presentando el billete de 100 pesos con el rostro de Eva Duarte. Entonces, un grupo de militantes encendió medio centenar de antorchas bajo las banderas de la Corriente Nacional de la Militancia, y se plegó a la concurrencia donde ya se batían bombos del Movimiento Evita, Martín Fierro, La Cámpora, Juventud Peronista y Kolina. Entre la juventud militante se contaron varios hombres y mujeres de añosa lealtad a Evita. Como Clelia García, que evocó su viaje doliente a Buenos Aires para asistir al velatorio de la abanderada de los humildes; como Olga y su poesía emocionada, o como doña Carmen, que llegó tarde al acto y empujó su cuerpo enjuto entre el gentío hasta depositar un ramito de claveles rojos junto a las palmas enviadas por sindicatos y legisladores.

Toniolli dijo que "Evita está más viva que nunca porque en todo el país hay altares con una flor y una foto de ella y del General". Lo atribuyó al hecho de haber expresado "un proyecto de país que enterró la Argentina del Centenario, que hoy algunos añoran".

La senadora nacional Roxana Latorre pidió "honrar a Eva cuando dijo que si no hubiera sido lo que fue, toda su vida habría quedado sin explicación". Realzó la relevancia del papel de quien "le dio documento a la mujer, la hizo votar y le dio la posibilidad de ser elegida, cuando hasta entonces estaba invisibilizada". "Fueron esas mujeres quienes con su voto llevaron al triunfo por primera vez al General Perón", enfatizó.

En el cierre habló Rossi, que venía de un acto en Totoras, donde el partido reinstaló en su plaza de origen el busto de Eva que había sido quitado tras el golpe del '55 y luego circuló escondido de casa en casa. "Esa ha sido la historia del peronismo, que sufrió odios, intolerancia y persecución", dijo. Y se animó a proyectar los sentimientos de Eva en el devenir político de los años que siguieron a su muerte. "Hubiese estado mortificada por los años de terror que sembró la dictadura, esperanzada cuando recuperamos la democracia, decepcionada cuando en nombre el menemismo cerraba fábricas en nombre del peronismo, pero la habría ganado una inmensa alegría desde mayo de 2003, cuando Néstor Kirchner asumió el gobierno para entroncar la gestión con la de Perón en el '45". "Evita estaría orgullosa de estos 9 años de gobierno, y de la Presidenta que tenemos -aseguró Rossi-. Nos enseñó que la derecha nunca duerme, y hoy lo comprobamos con la cadena del desánimo, como dice la Presidenta".