Una banda irrumpió ayer a la madrugada en una fábrica de aberturas de Ovidio Lagos al 6800, en la zona sur de Rosario, y tras dominar al vigilador privado logró llevarse un botín de más de 600 mil dólares, entre dinero en efectivo, un kilo de oro y joyas varias. El grupo de delincuentes logró ingresar alrededor de las 0.30, a la empresa de aberturas Metalbo SRL, situada en Ovidio Lagos 6858 cuando un vigilador abrió el portón para que ingresara un transporte de carga. En ese momento el hombre de seguridad, que hacía solo unos días que trabajaba en la firma, fue dominado en pocos segundos por la banda. De inmediato

el grupo se dirigió hacia una pared cubierta con un revestimiento de madera, detrás del cual estaban escondidas, cinco cajas de metal, que contenían el preciado tesoro. Solo seis personas, tres propietarios y tres empleados de confianza sabían de su existencia, según indicaron los investigadores.

Una vez finalizado el robo, que duró aproximadamente treinta minutos, los ladrones huyeron en un vehículo que los esperaba cerca de allí a cargo de un cómplice.

La denuncia fue radicada en la seccional 33ª y al lugar acudieron efectivos de la Brigada de Investigaciones y de la Sección Rastros.

El titular de esa seccional, comisario Roberto Sánchez, manifestó que "ingresaron a esta empresa que es de grandes dimensiones tres personas a las 0.40 y redujeron al vigilador. Luego empezaron a trabajar en las oficinas de la empresa". El policía no pudo confirmar la cifra exacta de lo robado porque los dueños aún no habían radicado la denuncia. "Por sus dichos sabemos que fue una suma importante de dinero y un kilo de oro", señaló.

Sin embargo, en diálogo con el programa "Bien temprano" de Canal 5, uno de los propietarios de la empresa, Miguel González, confirmó que perdió en manos de los delincuentes uno 600 mil dólares y alhajas de oro que pertenecían a su madre. El dueño de Metalbo contó que ese dinero estaba destinado a la compra de la casa de un hijo y a inversiones. También sostuvo que no tenía seguro.

En cuanto a la investigación, por orden de la jueza de instrucción en turno Alejandra Rodenas, quedó en manos de las Tropas de Operaciones Especiales.