Un hermano de Claudio "Mono" Suárez, una de las víctimas del triple crimen de Villa Moreno, fue atacado a balazos ayer, poco después del mediodía, después de ser perseguido por dos hermanos de uno de los principales implicados en aquella matanza. La víctima de la balacera fue Roque Suárez, de 34 años, quien denunció que fue perseguido por sus agresores, que lo atacaron cuando volvía de llevar a su hijo a la escuela. Los disparos, efectuados con una pistola 9 milímetros, dieron contra la carrocería del auto y la puerta de su casa. Un rato más tarde los hermanos Villalba se presentaron en la Jefatura de la ciudad de San Lorenzo -donde llegaron a bordo de una Honda Wave 100 cc- para denunciar que habían sido víctimas de un ataque a balazos de parte de Suárez. Sin embargo la jueza de instrucción en turno Alejandra Rodenas, ordenó que ambos fueran detenidos. En tanto el Ministerio de Seguridad pasó a disponibilidad a dos efectivos que, a bordo de un móvil, debían custodiar el domicilio atacado, ya que no se encontraban en el lugar.

A casi nueve meses de la masacre del 1º de enero las tensiones barriales gestadas por lo ocurrido entonces parecen lejos de atemperarse. La de ayer es la última de una sucesión de intimidaciones que los familiares de las víctimas reciben de parte de sectores que están imputados en el triple asesinato en la canchita de un club infantil, que tuvo como víctimas a Jeremías Trasante, Adrián Rodríguez y al Mono Suárez.

Por este atentado, la familia Suárez señaló como autores a dos de los hermanos de Ezequiel Villalba. Este joven, al que apodan "El negro Eze", es según la investigación judicial el autor de la balacera contra Maximiliano "el hijo del quemado" Rodríguez, que desató como respuesta la matanza de enero, que alcanzó como víctimas a tres jóvenes ajenos a esa disputa.

Alertada por la denuncia realizada por la víctima, la Justicia inició una investigación tendiente a dar con los presuntos autores de los disparos contra el hermano del Mono Suárez.

En este contexto, fueron ubicados dos patrulleros con una pareja de uniformados a bordo. Su comportamiento fue analizado ayer por el ministerio de Seguridad, que entendió que no había justificación alguna para haberse ausentado del lugar designado. Uno de los móviles estaba en el secuestro de un Peugeot 207 convocado por un llamado del 911, pero sobre el móvil 2789 no hay registro alguno de que debía concurrir a una llamada de emergencia, tal como relataron los efectivos. Constatado esto, el jefe de policía de provincia comunicó que ambos

habían sido pasados a disponibilidad.

Sin embargo este no fue el primer ataque a familiares de las víctimas del triple crimen: el sábado 4 de agosto Mario Rodríguez fue víctima de una golpiza tan brutal como extraña. El hombre de 31 años y hermano del Paton, iba en su moto por la zona sur cuando un auto lo embistió por detrás. Sólo alcanzó a ver que del vehículo bajaban cuatro personas que, sin decirle nada y sin robarle pertenencia alguna, comenzaron a pegarle golpes y patadas.