Un policía con licencia médica al cometer un robo contra un taxista y amenazarlo en 2010, fue condenado a siete años y medio de prisión. Los delitos por los que se lo condenó son "robo calificado por el uso de arma de fugo, portación ilegal de arma, atentado a la autoridad y encubrimiento". Al imponer la pena, el juez de Sentencia 6º, Julio César García, tuvo en cuenta "la extrema violencia ejercida en el atraco", por los "disparos contra el automóvil a los fines de hacer bajar a la víctima, y también contra el personal policial que intentaba detenerlo". Hace dos años, un taxista denunció que le sustrajeron su vehículo en Bermúdez y Anchorena, tras ser amenazado con un arma de fuego. Poco después, en calle Caupolican al 900 la policía encontró el rodado detenido, y al ladrón intentando descender del mismo. Sin embargo, según expresa el fallo de sentencia, "al ver a los uniformados, volvió al taxi efectuando disparos desde el interior del vehículo por la ventanilla hacia el personal policial". Aunque éstos no impactaron contra los agentes, el imputado intentó fugarse y fue detenido. En el pecho llevaba colgada su credencial de empleado policial; y se le sustrajo un arma calibre 9 milímetros.

El efectivo, de 35 años, planteó tener problemas de adicción a las drogas, por lo que el magistrado solicitó que reciba el tratamiento adecuado.