En Rosario, más allá de la jornada de paro, se desarrolló con normalidad en el transporte público de pasajeros, servicio de taxis, comercios, empleados municipales y colegios privados, entre otros.

Los Tribunales provinciales funcionaron con absoluta normalidad. El gremio que nuclea a los trabajadores del sector liderado por Juan Nucci, no adhirió a la medida.

La actividad en la terminal de Omnibus fue escasa en gran parte de la jornada, ya que muchos servicios no salieron ante el temor de ser retenidos en los piquetes diseminados en toda la región. En tanto en el aeropuerto de Fisherton los vuelos se cancelaron, ante la adhesión de un sector gremial de aeronavegantes.

Los comercios de calle San Luis lucieron sus puertas abiertas y un despliegue comercial solo relativizado por la menor afluencia de gente.

El Bar El Cairo debió cerrar sus puertas pasado el mediodía, cuando le advirtieron sobre el cumplimiento de la jornada de protesta. El cierre duró un par de horas. Sin embargo fue uno de los poquísimos bares que no pudo seguir atendiendo a sus parroquianos.

No se sumaron al paro la Unión Tranviarios Automotor (UTA), la Asociación Gremial de Docentes de la Universidad Tecnológica Nacional (Fagdut), UPCN, Municipales, el gremio que agrupa a los maestros de escuelas privadas (Sadop), Obras Sanitarias, Smata, y la UOM.