Después de un 2012 complicado desde lo económico, obligada casi siempre a negociar con la oposición cada iniciativa en el Concejo, y afectada su imagen de gestión por las secuelas de la última tormenta de diciembre y el caos posterior, Mónica Fein vuelve a demostrar su voluntad de marcar la agenda pública de la ciudad en la aurora del año, como lo hizo en los últimos días al sorprender con la definición de la concesión de la recolección de residuos. Antes de que termine el mes, habrá instalado seis anuncios de múltiples obras y mejoras en toda la geografía rosarina. Uno por cada distrito municipal. Tendrá que rendirle para remar el deterioro que refleja alguna encuesta en un año atravesado por elecciones, aunque esta vez ella no tenga nada que poner en juego.

Empezó el viernes en el Centro Municipal de Distrito Sur, donde anunció 68 intervenciones de diversa índole, desde pavimento hasta escamonda. Seguirá esta semana con presentaciones similares para los distritos Oeste, Norte y Sudoeste, y terminará enero con sendos anuncios para el Centro y el Noroeste. ¿Primera escena del año político local?

"Prometimos que, apenas el Concejo aprobara el Presupuesto 2013, la apuesta fuerte era la obra pública. Eso, sumado a los proyectos del Presupuesto Participativo, dan forma a estos anuncios. El objetivo es que cada vecino sepa las obras programadas para su barrio en 2013. Se trata de dar cuenta sobre qué hacemos con los recursos y que los vecinos puedan controlarnos y acompañar", definió la jefa municipal.

Fein sostiene que fue ella, el Ejecutivo, quien tuvo la mayor parte de las iniciativas hasta aquí. "Avanzamos en el Plan de Movilidad con carriles exclusivos, tarjeta sin contacto, ciclovías. Adjudicamos el servicio de higiene urbana, que ninguna ciudad lo hizo, y en setiembre estará terminada la planta procesadora de Bella Vista. Casi terminamos ya de actualizar el Plan Urbano que nos permite saber cuáles son los usos de la ciudad, la altura a construir, las áreas a preservar. Coordinamos con la provincia el plan Mi tierra, mi casa, para sumar 5700 soluciones habitacionales en la ciudad. Y este año el objetivo son las obras de infraestructura barriales. Estamos haciendo bacheo, empezaremos con una nueva etapa de cloacas, pavimento. Y avanzaremos con el control: adquirimos 12 camionetas, en febrero llegarán las motos, y este mes conectaremos 100 videocámaras más", enumeró. Además, apuntó que espera fondos nacionales y provinciales "que acompañen".

El consultor Andrés Mautone hizo su habitual medición de imagen sobre las gestiones de gobiernos nacional, provincial y municipal. La curva descendente es el factor común para los tres niveles ejecutivos. "El 2012 fue un año muy difícil para cualquier mandatario, y la ponderación que hace la gente ha sido más bien pobre", dijo. Eso sin contar que el encuestador cerró su trabajo antes del 10 de diciembre, y luego sobrevino la inundación post tormenta del 19, y los saqueos del 20 y 21. Hasta aquel entonces, el 37,2 por ciento opinó que la gestión de Fein es regular. "La imagen positiva fue erosionándose conforme pasaron los meses desde que asumieron", observó Mautone. "Su gestión siempre es comparada con la de Miguel Lifschitz, que exhibió un estilo de gestión más frontal, de alta exposición pública desde lo mediático", analizó. Lo mismo -﷓según este sondeo-﷓ ocurrió con el gobernador Antonio Bonfatti, que en Rosario ostenta mayor proporción de imagen de gestión regular, 44,5 por ciento. "A la problemática de inseguridad pública debe adicionársele sin dudas el efecto Tognoli", apuntó Mautone. El mismo desgaste, ante los rosarinos, exhibe la presidenta Cristina Fernández, cuya imagen positiva no supera el 34 por ciento, mientras un año atrás superaba el 50 por ciento.

Fein relativizó esas impresiones. "Respeto cada encuesta, pero tienen un valor relativo. Sí creo que hubo hechos como manifestaciones públicas, como el 8N, que señalan una necesidad de lectura de todos los poderes ejecutivos para dar mayor respuesta a demandas nuevas. Por ejemplo, la violencia, la convivencia ciudadana que preocupa a la gran mayoría, la inflación que pone a muchos en mayor vulnerabilidad social".

La intendenta propuso "jerarquizar el diálogo político y fortalecer la participación ciudadana" para restañar el divorcio de la gente con la clase dirigente, según las conclusiones de aquella encuesta. En este sentido, valoró positiva la relación con los sectores de oposición. "La mayoría de las ordenanzas, al no tener mayoría propia, han sido acompañada por distintos bloques. Quizás ninguna ordenanza del Ejecutivo salió igual que como la envié, pero fue enriquecida por el resto para ser acompañada. Debo ser la primera intendenta que en su primer año se reunió tres veces con los presidentes de bloque", ponderó. "Valoro el diálogo político porque permite aprender soluciones nuevas, pero no cuando se plantean verdades absolutas, como si el otro fuera enemigo", dijo.

Desde el Concejo, aun dentro del Frente Progresista, la radical María Eugenia Schmuck reclamó en cambio "mayor capacidad de diálogo y tolerancia ante el disenso". Lo dijo pensando en la delegación de facultades que Miguel Lifschitz le dejó preparada a su sucesora para aumentar el boleto de colectivos sin pasar por el Legislativo. "Aquello no ayudó a consolidar el Frente Progresista", reprochó. Para Schmuck, Fein "nunca reconoció la labor propositiva del Concejo y no se juntó realmente a construir agenda". Por otra parte, cuestionó que "hay un retraso en obras públicas, no se cumplió con los fondos específicos para determinadas obras y eso perjudica la credibilidad".

El peronista Osvaldo Miatello también apuntó a "la carencia de obra pública que se entrevió en el escaso presupuesto que se le asignó al área: la gestión no fue buena hasta aquí". Dijo que "se hizo poco bacheo y de mala calidad, obras postergadas como la de la Terminal, y en los distritos no se ve nada". El concejal de Encuentro por Rosario también puso en el debe "la necesidad de incrementar la presencia del Estado en los barrios, ausencia que se percibe en el nivel de inseguridad, y mejorar la frecuencia del transporte público y avanzar sobre alternativas declamadas y no cumplidas como el tranvía", apretó. Pero sí concedió que Fein debutó en un año de menos recursos que 2011, y que "arrancó pagando el costo del desgaste institucional que significó la delegación de facultades y del aumento del boleto. Por algo no intentó renovarla, aunque la usó dos veces", analizó.

Fein insistió en la mirada optimista, apoyada en la certeza de contar con el presupuesto aprobado, el plan de gestión trazado y en la seguridad de la relación con la Casa Gris. Incluso, ha sabido cultivar el vínculo con el gobierno central, aunque sepa que este año haya menos lugar para gentilezas. "Adjudicamos la higiene urbana, que era todo un tema, tenemos el plan por distritos, y hay recursos nacionales y provinciales pendientes. Tengo buenas expectativas", aseguró la jefa municipal.