Los colectivos articulados debutaron ayer por las calles de la ciudad, con dos unidades que el municipio puso a circular a modo de prueba en las líneas 122 y 133, respectivamente. Tienen una capacidad 60 por ciento mayor a los ómnibus convencionales y al menos en esta primera jornada, choferes y usuarios aprobaron la innovación.

Hay otros dos coches con fuelle que se incorporarán a las líneas de La Mixta en estos días, y serán testeados durante seis meses, al cabo de los cuales la Municipalidad evaluará si los adquiere o no, puesto que hasta ahora están alquilados para la prueba piloto.

Tanto desde la Unión Tranviarios Automotor como desde la Asociación de Obreros del Transporte Automotor habían expresado sus reparos a la incorporación de estas unidades que forman parte del "plan de movilidad" desarrollado por la Municipalidad. Desde 2015, si esta experiencia prospera, el transporte público de colectivos se diversificará en líneas troncales y barriales. Los gremios habían dicho que la incorporación de estos micros redundará en una merma en la frecuencia de las unidades, que a los choferes les será más difícil maniobrarlos en esquinas de ancho reducido. Estas críticas anticipadas, al menos ayer, no se comprobaron. El chofer de la mañana en la 122 dijo que el colectivo articulado "dobla mejor que los otros".

Cada coche tiene capacidad para 140 pasajeros, entre sentados y parados. Trae caja automática, motor electrónico, piso bajo para facilitar el ascenso y descenso de discapacitados y rampa automática, espacio para dos sillas de ruedas y videocámaras para que el chofer controle las puertas de descenso y la parte trasera de la unidad al retroceder.