Mañana, los choferes nucleados en el Sindicato de Peones de Taxis decidirán si van o no a un paro de 48 horas, en reclamo de medidas de seguridad. La decisión se había tomado en asamblea la semana pasada luego de una seguidilla de atracos y agresiones a taxistas en distintas zonas de la ciudad. La idea era monitorear cómo había funcionado el patrullaje policial durante el fin de semana que pasó, para luego de una evaluación, decidir si paran o no.

El titular del gremio Horcio Boix había señalado que esperarían hasta mañana para comprobar si se tomaron medidas de seguridad efectivas. De lo contrario hay consenso para realizar un paro los días jueves 10 y viernes 11 de octubre. De esta forma, el paro coincidiría con el cierre nocturno de las estaciones de servicio que se anunció horas atrás.

Por su parte, la intendenta de Rosario Mónica Fein había señalado que "las medidas de fuerza no aportan a la solución" contra la inseguridad y pidió "prudencia" ante la advertencia de los peones de taxi de parar dos jornadas consecutivas durante la semana próxima. La mandataria municipal dijo estar preocupada por los hechos de inseguridad y adelantó que se se reuniría con el ministro de Seguridad de la provincia, Raúl Lamberto, para "articular" medidas. "Estamos sumamente preocupados por esta seguidilla de hechos de inseguridad y violencia", aseguró Fein.