CIUDAD › LA INVESTIGACIóN POR EL ATENTADO CONTRA EL GOBERNADOR
El ministro señaló que la aparición de un arma en la seccional donde vive Bonfatti pudo ser un intento por "embarrar la cancha", ya sea por una interna policial o para desviar la investigación. Uno de los imputados quedó en libertad.
El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, optó por la prudencia al ser consultado ayer sobre al "sombra policial" tras el atentado a la casa del gobernador Antonio Bonfatti. En esa línea remarcó que la Dirección de Asuntos Internos trabaja en colaboración con la Justicia, especuló que el anónimo que recibió la jueza María Luisa Pérez Vara y la aparición de un arma en la comisaría 10º, que finalmente las pericias determinaron que nada tenía que ver con el ataque, bien pudo ser un intento por "embarrar la cancha", ya sea por una interna en la fuerza o para desviar la investigación. En tanto la Justicia le dio libertad con restricciones a Manuel Martínez, uno de los tres detenidos por el atentado al gobernador en su domicilio de barrio Alberdi. Además la policía sigue buscando al "Gordo Brian", quien está sospechado de haber hecho los disparos.
En diálogo con Radio Dos, Lamberto dijo que pese a las amenazas, que continúan, "el Estado no puede retroceder" en el combate a las bandas delictivas para que "Rosario y Santa Fe recuperen la paz y la convivencia".
El ministro de Seguridad destacó que "la decisión de Bonfatti de constituirse en querellante en la causa obedece a la fuerte necesidad de que este hecho se esclarezca y que se actúe con celeridad por su persona, por su familia y por las instituciones de la provincia".
"Hay preocupación por acelerar una investigación que es compleja", señaló Lamberto, quien de todos modos se mostró satisfecho con lo actuado el último fin de semana, cuando se detuvo y la magistrada imputó como autores materiales de la balacera, a Manuel Martínez, integrante de la barra de Newell's, y a Germán "Papaíno" Ramírez, a quien, según fuentes de la causa, se le incautó una pistola calibre 9 milímetros que está bajo pericia para ser cotejada con los proyectiles (balas calibre 9 milímetros y 11.25) hallados en la casa del gobernador tras el ataque.
El tercer acusado es Saúl Sánchez, detenido en su domicilio de Medrano al 2700, quien también quedó imputado de los mismos delitos en base a un testigo indirecto y a datos entrecruzados que lo vinculan al resto de los agresores.
Sobre las amenazas de las que también él es blanco, Lamberto dijo que "el tenor de las mismas se han incrementado" pero que no tiene "miedo sino preocupación". Igual, prometió que no habrá freno al embate contra el delito organizado ya que "lo que pasaba con las bandas violentas en Rosario, era necesario una intervención fuerte".
"Lo que hizo el Estado provincial, los jueces, los fiscales, ha sido muy fuerte y eso generó el impacto. El Estado no puede retroceder. El Estado tiene que conseguir que estas bandas dejen de operar y terminen detenidas", enfatizó.
En tanto ayer la Justicia le dio libertad con restricciones a uno de los tres detenidos por el atentado al gobernador en su casa de Alberdi. Manuel Martínez fue beneficiado con una sustitución de prisión y debió dejar mil pesos en garantía. Según estableció al jueza de Instrucción Nº 5, María Luisa Pérez Vara, el muchacho deberá presentarse cada 15 días en el juzgado, y no podrá salir de la provincia mientras esté sujeto a la causa, como imputado por el ataque a balazos en al casa del mandatario. Además, no podrá acercarse a menos de 200 metros del domicilio del gobernador. En tanto, Saúl Sánchez y Germán "Papaíno" Ramírez, continúan presos.
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