La Unión Tranviarios Automotores (UTA) decretó ayer un paro por tiempo indeterminado que afectó las 17 líneas que explota Rosario Bus. La empresa había notificado la suspensión de 50 trabajadores, bajo el argumento de no poder enfrentar el incremento de los costos si no se ajusta la tarifa. Al mediodía, representantes de la empresa, la Secretaría de Servicios Públicos y el gremio fueron convocados a una audiencia conciliatoria en la delegación local del Ministerio de Trabajo provincial, pero los dirigentes de la UTA se retiraron. Las negociaciones continuaron entre la empresa y los funcionarios municipales. Finalmente, la patronal dio marcha atrás con las suspensiones y el servicio se normalizó hacia la medianoche. Para la flamante secretaria de Servicios Públicos, Clara García, la actitud de la empresa fue "muy incorrecta, teniendo en cuenta que habían sido recibidos el lunes en el Concejo y las instancias de diálogo estaban abiertas". El envío de telegramas fue duramente cuestionado por concejales. El titular del cuerpo, Miguel Zamarini (PS), calificó de la actitud empresaria como "extorsiva", y el concejal Osvaldo Miatello (Compromiso por Rosario), la definió como un "claro apriete para presionarnos con un aumento en la tarifa".

El paro arrancó en la madrugada y era por tiempo indeterminado ante el envío de telegramas de suspensión. Por esa medida no circularon las líneas 101;102;103;106;107;110;125;128;129;130;141;142;143;144;145;146 y 153. A través de un comunicado, la empresa señaló que "ha venido planteando a las autoridades municipales la imperiosa necesidad de adecuar sus ingresos en relación con el incremento de los costos, que en la situación actual han llegado a niveles superiores al 35 por ciento respecto de la tarifa vigente".

A partir de la huelga, desde la cartera laboral convocaron a representantes de la empresa, municipales y del gremio a una audiencia conciliatoria. Los dirigentes de la UTA decidieron levantarse de la reunión pasado el mediodía, mientras funcionarios y empresarios continuaron la negociación. Pasadas las 16, se arribó a un acuerdo por el cual Rosario Bus dejó sin efecto los telegramas de suspensión enviados el miércoles.

"Según se confirmó, fueron 50", precisó García ante la consulta de Rosario/12. "La actitud de la empresa fue muy incorrecta. No lo fue solo desde lo jurídico porque no pueden suspender trabajadores sin antes presentar un procedimiento de crisis, si no también desde la responsabilidad que le cabe a un concesionario", planteó, y reveló que Rosario Bus dejó asentado que presentará un plan de procedimiento de crisis que prevé la Ley nacional de Empleo. "En este marco, la UTA también decide el levantamiento de la medida de fuerza, y por razones operativas el servicio se retoma en el turno de las 0", explicó.

La titular de Servicios Públicos consideró que a partir de ahora habrá que "retomar las tareas que tienen que ver con un reconocimiento de que hay un desfasaje económico como lo indica el estudio de costos. Nos pondremos a disposición junto con los concejales que tomen la decisión de analizar algunas otras alternativas, vía algunas modificaciones en el Fondo Compensador, o algunas otras propuestas que veamos para hacer esa recomposición".

Desde el Palacio Vasallo se oyó el repudio. El concejal Zamarini señaló: "Como se ha abierto una instancia de diálogo en la comisión de Servicios Públicos, me parece extorsiva la decisión empresaria para presionar al Concejo. Recién ahora estamos abordando el tema y sus alternativas. Este ámbito es el más adecuado y no las apretadas de esta naturaleza".

El concejal Miatello -además, vicepresidente del Ente de la Movilidad Rosario (EMR)- consideró que la decisión de Rosario Bus de suspender a los trabajadores constituyó "un apriete para nosotros, dejando de rehenes a los usuarios". Y agregó: "No estamos en presencia de una medida gremial si no de un lockout patronal encubierto". Miatello remarcó que la empresa tiene obligaciones por el propio pliego, y si no presta el servicio "hay que aplicarle sanciones que pueden llegar a la caducidad de la concesión".

El edil comentó que el lunes pasado recibieron en la comisión de Servicios Públicos a representantes de Rosario Bus y La Mixta, quienes reclamaron un incremento de la tarifa. "Si bien el empresario Agustín Bermúdez, titular de Rosario Bus, planteó que la situación era difícil, nosotros quedamos en estudiar el tema, en ningún momento dijo que iban a suspender a nadie. Además, en mi caso, presenté ayer (por el miércoles) un proyecto relacionado con ese reclamo para implementar subsidios directos como los que reciben la Semtur y La Mixta", señaló Miatello a este diario.

Para Alberto Cortés (Proyecto Sur) "se trata de un chantaje para presionar por un aumento inmediato del boleto, tomando como rehenes a los pasajeros". Desde hace tiempo, este concejal pide que la provincia conforme un Fondo gravando con ingresos brutos a las cerealeras. El edil dijo que hechos como éstos "ponen aún más de manifiesto la necesidad de revisar todo el sistema de transporte contemplando la municipalización del mismo".

En este sentido, la titular de la cartera de Servicios Públicos municipal indicó que no están pensando en esa alternativa. "No está en nuestras previsiones. Es correcto que en un sistema convivan una presencia de la empresa privada, también de la pública, y en este caso de una mixta, porque tiene las garantías de las distintas miradas y controles", zanjó García.