Miércoles, 22 de enero de 2014 | Hoy
CIUDAD › SE QUEMó TOTALMENTE UNA VIVIENDA PRECARIA EN GRANADERO BAIGORRIA
La tragedia se habría originado en un desperfecto eléctrico o bien por un espiral encendido. Tres dotaciones de bomberos llegaron rápido al lugar pero ya era tarde. Otros chicos y el padre lograron salir a tiempo de lugar convertido en un infierno.
Por Lorena Panzerini
Todo era silencio y dolor ayer en la humilde barriada de Felipe Varela y Brown, en Granadero Baigorria: una madre y tres de sus hijos murieron durante la madrugada del martes, al prenderse fuego la precaria vivienda que habitaban, junto a otros tres niños y el padre, que lograron salir. Un desperfecto eléctrico o un espiral encendido, fueron los posibles motivos que ocasionaron las llamas, según relataron los vecinos de esa cuadra. Sin embargo, una baja de tensión durante la noche anterior y el corte de luz que se extendía durante el mediodía de ayer, en la zona, reforzaron la primera hipótesis. Las chapas que formaban parte del techo de la casilla quedaron negras por el humo y tiradas en el frente de lo que fue la casa. Solo algunos juguetes, prendas de vestir y una mesita redonda lograban distinguirse de entre las cenizas, ahogadas por el charco que dejaron los Bomberos Voluntarios de Capitán de Bermúdez y los Zapadores, de Rosario. Tres dotaciones llegaron al lugar, cerca de las 5 de la mañana -unos 40 minutos después del inicio del fuego-, tras los llamados desesperados de los habitantes del lugar, que vaciaron la Pelopincho de un vecino en el intento de apagar las llamas, a baldazos. Ya era demasiado tarde para Roxana Ruiz Díaz, de 33 años, empleada de un geriátrico local; y sus hijos Ezequiel, de 11; Giselle, de 7; y Rubén, de 6.
Horas después, el panorama era triste: el carro de madera con el que salían a trabajar el padre de la familia y su esposa Roxana -hasta que consiguió empleo en la limpieza de un geriátrico de barrio Centro- quedó carbonizado en el ingreso a la casilla de unos ocho metros de frente.
Antes del mediodía de ayer, el hombre de 31 años, que además de ser carrero se ganaba la vida como albañil, recorría el terreno pisando lo que fue su casa. Compungido, miraba en el suelo los restos de sus pertenencias, mientras los vecinos y familiares lo contenían. "El padre, una nena y un nene (de 9 y 7 años) lograron salir, y la hija más grande (de 16) no estaba en la casa. El hombre salió gritando y pidiendo ayuda, a la vereda, así que atiné a cargar agua de la pileta en el balde para apagar las llamas hasta que llegaron los bomberos como a los 40 minutos", relató José, que vive pegado a lo que fue la casa de la familia. Incluso el fuego alcanzó parte de su cocina.
La zona de Felipe Varela y Brown, a dos cuadras del cementerio local, es humilde. Algunas casas están construidas con material y otras, solo por chapas y madera. Una zanja impide el paso de vehículos hacia la cuadra de la casa incendiada. Ayer, la humedad ahogaba a los vecinos del lugar, que no podían salir de su tristeza. Hablaban bajo o directamente callaban. "Estaba con unos amigos en mi casa -a media cuadra de la casilla- y escuchamos una explosión, así que salí corriendo y vi humo. Volví, llamé al 101, les expliqué lo que pasaba y como a los 15 o 20 minutos llegaron primero dos dotaciones de bomberos de Bermúdez; pero dicen que la casa estuvo prendida fuego como una hora", relató Franco, un joven empleado de una estación de servicio.
Adentro de lo que fue la vivienda, en medio del terreno, ayer se veía a un perro negro echado sobre una pila de objetos quemados; en el mismo lugar donde el siniestro comenzó cerca de las 4 de la madrugada y dividió, entre la vida y la muerte, a una familia numerosa que hacía poco tiempo residía en el barrio. Por fortuna, las llamas no se extendieron a otras viviendas, aunque sí alcanzó a quemar parte de la cocina de un vecino.
"El fuego se inició aproximadamente a las 4.30. Cuando llegó la primera dotación, el incendio estaba totalmente declarado y la vivienda totalmente en llamas. En principio, el papá y tres hermanos lograron salir, pero la mamá y tres chiquitos no pudieron", detalló al móvil de LT8, Pedro Boujanne, jefe de bomberos de Capitán Bermúdez.
Según indicó, "hay gente de Zapadores de Rosario haciendo las pericias. Generalmente este tipo de siniestros es por un cortocircuito. Tuvimos que llamar a personal de la EPE (Empresa Provincial de la Energía) para que despeje la maraña de cables", señaló sobre las probables causas del fuego. Sobre el mediodía, los vecinos intentaban recuperar el servicio eléctrico.
En el barrio, varios vecinos se quejaron de la falta de bomberos locales. "En el cuartel que está en Balcarce y Junín hay un autobomba con las ruedas pinchadas y no hay nadie adentro", planteó José.
Por otro lado, la policía encontró en la vivienda un machete. La subcomisaria de la seccional local, Ramona Sánchez, dijo a LT8 que el objeto "es materia de investigación. Para determinar si hubo o no golpes a las víctimas habrá que esperar el resultado de las autopsias y el levantamiento de pruebas en el lugar. Por el momento, estamos manejando la hipótesis de un accidente por un cortocircuito en los cables de la vivienda".
Desde tribunales, el fiscal Enrique Paz indicó que se esperan las pericias de bomberos, aunque "en principio se habla de un hecho accidental". Según indicó, el padre de la familia estaba ayer "muy conmocionado" por lo que no se le pudo tomar declaración.
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