Ni el feriado ni el día desapacible detuvieron la marcha que encabezó Eduardo Trasante (foto), donde se pidió por el esclarecimiento del crimen de su hijo Jairo, hecho del cual ayer se cumplió un mes. La nutrida recorrida, compuesta por familiares y amigos de los Trasante, comenzó en Dorrego al 1000, frente al bar Chiringo, donde empezó la gresca que terminó luego con la vida de Jairo, de 17 años de edad. Desde allí, caminaron unas cuadras hasta la sede de Gobernación, Santa Fe al 1900, donde solicitaron una audiencia con el gobernador Antonio Bonfatti.

Eduardo ya había sufrido la muerte de otro de sus hijos, de Jeremías, en ocasión del triple crimen de Villa Moreno. Ayer, luego de la marcha, con una increíble y admirable paz, dijo en declaraciones a LT8: "Hay muchas armas en la ciudad y en manos de gente irresponsable que de pronto, ante una situación de bronca, malhumor, dolor o impotencia, hace uso de armas y quitan la vida a gente inocente como lo ha sido mi hijo. Y como tantos otros inocentes que hoy llora la ciudad".