El Sindicato de Peones de Taxis inició un paro desde ayer por la mañana, y que se extenderá hasta las 18 de hoy, en repudio al ataque que sufrió un chofer, quien debió ser internado en estado grave.

La agresión que dio origen a la medida de fuerza ocurrió a las 7 de ayer, cuando un taxista, de 51 años, recogió a dos hombres como pasajeros en la esquina de Casilda y Felipe Moré, en barrio Ludueña. A poco de andar, uno de los pasajeros sacó un arma y asaltó al trabajador, y en circunstancias no dilucidadas, salió un balazo que impactó en el costado izquierdo del chofer. La víctima fue operada dos veces ayer en el Heca, y su estado era delicado.

Hoy a las 10 el sindicato que nuclea a los peones de taxis, con el apoyo del resto de las organizaciones del sector, realizarán una marcha hasta la sede de Gobernación, en reclamo de mayor seguridad. "Necesitamos que nos garanticen mayor presencia policial en la calle. Si la respuesta es la misma que nos dio el jefe de policía la última vez, entonces no hay solución", dijo el titular del sindicato, Horacio Boix.