Un testigo apareció tres años después para declarar que Paula Perassi murió como consecuencia de un aborto clandestino, en la localidad de Timbúes. La declaración, recibida el lunes por el fiscal Donato Trotta, disparó dos allanamientos al día siguiente, en ese pueblo sobre la ruta 11, y derivó en la detención momentánea de una mujer, señalada como la persona que habría realizado esa intervención. La pista abierta no sorprendió al padre de la víctima, Alberto Perassi. "Era una posibilidad que ya me habían comentado hace tiempo. Ojalá investiguen y que alguien más se anime a hablar; pero hay intereses para que todo quede en el misterio. Hay un teléfono político que maneja todo, y una billetera con dólares que aguanta", deslizó el hombre que ha luchado en soledad para que hoy sólo reclame "encontrar los huesos de mi hija y poder contarle a mis nietos cómo fue que sucedió todo".

El testimonio vino de un hombre allegado a la mujer que habría realizado el aborto. Enterado, el juez de instrucción de San Lorenzo, Juan José Tutau, asignó los allanamientos a la Dirección de Asuntos Internos de la policía, lo que alimentó la sospecha de que en la desaparición de Paula hubo encubrimiento por parte de al menos un alto comisario de la Unidad Regional XVII en aquel momento.

Uno de los allanamientos se realizó en la casa que la partera involucrada habitó al momento de la desaparición de Paula Perassi, el 18 de setiembre de 2011. La vivienda hoy está deshabitada, y los policías no encontraron nada de utilidad para la investigación. Pero vale reparar en un detalle: el inmueble está a media cuadra del bar donde se comprobó que la víctima estuvo aquel domingo por la tarde, junto a dos hombres: uno de ellos, Darío D., estuvo preso y procesado junto con su empleador, el transportista Gabriel S., amante de Paula, y vecino de Timbúes. Luego lograron el desprocesamiento.

El segundo allanamiento se realizó en la casa donde la detenida reside hoy. De allí secuestraron una computadora y "elementos de la práctica abortiva", precisaron fuentes cercanas al caso. La dueña del lugar, de 42 años y con antecedentes penales por facilitamiento de la prostitución, fue arrestada por algunas horas, pero ayer por la mañana el juez la excarceló.

Para el abogado de los Perassi, Adrián Ruiz, la captura e inmediata liberación de la imputada representa "una situación de peligrosidad procesal, porque debería haberse argumentado mejor, ameritaba una medida cautelar, aunque sea le hubieran aplicado prisión domiciliaria y que declarara lo que sabe", dijo. "Si hubiera caído preso cualquier hijo de vecino, ya estaría en Coronda, pero con esta mujer no ocurrió así. Tiene la cobertura de las parteras", lanzó.

El letrado no fue concluyente acerca de la validez de esta hipótesis, pero pidió que "la investigación agote esta posibilidad". En tres años, dijo Ruiz, esto no ha ocurrido: "No se investigaron lo suficiente las llamadas previas y posteriores de todos los teléfonos involucrados, policías incluidos, faltan medidas, no se hicieron ciertos cruces de llamadas, hay varias personas sin convocar a declarar, como un remisero y otras más que habrían tenido participación o cercanía con el aborto".

Perassi, por su parte, contó que desde el martes "Timbúes está revolucionado y ahora muchos dicen que sabían de todo esto. Ojalá alguien más hable, porque hasta ahora ganan los que no quieren que esto se esclarezca". El gobierno provincial ofrece desde hace unos meses una recompensa de 200 mil pesos para quien aporte datos para la causa. "Eso es la prueba de que no quieren que se destape. Acá en San Lorenzo, desde la Municipalidad no hay ánimo de justicia. Hay un teléfono político que maneja todo, y una billetera con dólares que aguanta", concluyó.

Paula Perassi salió de su casa aquel 18 de setiembre de 2011 de su casa en San Lorenzo y nunca volvió. Cursaba un embarazo de 6 semanas, presuntamente de su amante.