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Lunes, 6 de octubre de 2014

CIUDAD › AMAS DE CASA DE VILLA GOBERNADOR GáLVEZ RECLAMAN HOY FRENTE A TRIBUNALES

La ocasión de evitar otro femicidio

Un hombre, excluido del hogar por violencia doméstica, le disparó en 2012 ocho tiros a su ex esposa, que sobrevivió. En vísperas del juicio oral, insiste con obtener la prisión domiciliaria. Alertan que eso sería la condena a muerte para la mujer.

 Por Lorena Panzerini

En la antesala del juicio oral y público por haber intentado asesinar a su ex pareja, Mario Toledo pide prisión domiciliaria por cuestiones de salud. "Sería la condena a muerte para Rosalía", vacitinó Rosana Menéndez, del grupo Amas de Casa de Villa Gobernador Gálvez. Estas mujeres hoy reclamarán en Tribunales a los miembros de la Cámara Penal que rechace el pedido de quien hace poco más de dos años le disparó 8 balazos a Rosalía Benítez, delante de su hija de 9 años. En primera instancia, la fiscal Cristina Herrera dictaminó que Toledo no reciba ese beneficio, ya que existe "peligrosidad procesal" teniendo en cuenta que Cacho Toledo en diciembre será sometido a juicio y podría ser condenado por el delito de "tentativa de homicidio agravado por alevosía y premeditación", ya que el hombre agredía desde hacía tiempo a su ex, madre de tres hijos, y que "planeó" el ataque pese a tener una orden de exclusión del hogar. Si bien el juez de Sentencia Nº 6, Julio César García, rechazó el pedido, la defensa del acusado insistió en segunda instancia.

La primavera del 2012 fue un infierno para Rosalía, pero no fue la primera vez que sufrió violencia, ya que los malos tratos y "basureadas" la acompañaron a diario durante 17 años. La mujer tenía dos trabajos para mantener a sus hijos y al hombre que, por problemas de salud, decía no poder trabajar. "Llegar a mi casa y que esa persona me maltrate, era terrible", rememoró Rosalía días atrás. El día que la mujer se cansó, a mediados de 2012, le planteó una separación. La respuesta del hombre fue golpearla y denunciarla, aludiendo que se habían pegado entre los dos. Fue entonces cuando Rosalía con uno de sus hijos se acercó al grupo de mujeres, desesperada, para buscar ayuda. Durante todo el día intentó hacer una denuncia en Rosario y Villa Gobernador Gálvez, con Romina, del grupo. A la noche, su cara estaba desfigurada por la hinchazón de las trompadas, y ahí recién le tomaron la denuncia en la comisaría. Al día siguiente logró la exclusión del hogar en Tribunales, pero Toledo no dejó de hostigarla. Comenzaron las amenazas, ataques a piedrazos en la calle, y más violencia. Incluso llegó a prometerle que la mataría si ella no "arreglaba las cosas".

El hijo adolescente de Rosalía le ayudó varios meses para que ella siguiera trabajando, y cuidaba a su hermanita de 9 años. La trágica noche, cuando Rosalía quedó sola con la pequeña, Toledo volvió. "Me quería matar y tirar por ahí", rememoró la mujer. Esa noche hablaron y él se fue. Pero al rato escuchó ruidos afuera de la casa. Era Toledo, armado con una escopeta y otras dos armas. "Pa, por favor no", le rogaba su hija, para defender a la madre. Las dos corrieron hasta la pieza, levantaron las persianas y gritaron pidiendo ayuda a los vecinos. El rompió la puerta, entró y le dio cuatro tiros a su ex. "Esto es por lo que me hiciste", le espetó. Las dos corrieron hacia el garaje. Rosalía tenía las balas en su cuerpo. "Por tu culpa me convertí en un asesino", la acusó. La nena corrió a buscar la llave para irse de la casa, y su padre volvió a dispararle a su mamá. Cuando lograron salir, las ayudaron los vecinos. Tras llegar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, la mujer se desvaneció y así estuvo en coma durante unos 15 días.

Varias semanas después el agresor fue detenido gracias a las enfermeras del centro de salud donde él retiraba sus medicamentos. "Nadie lo buscó, pese al reclamo de la mujer", recordó Rosana. Fuentes judiciales revelaron a este diario que la nena de Rosalía no habló durante un año. Es que la pequeña vivió esa pesadilla al lado de su madre. La fiscal reunió numerosas pruebas contra el hombre y ahora espera llevarlo a juicio en diciembre, o antes. Toledo será juzgado por "tentativa de homicidio agravado por alevosía y premeditación", ya que el hombre le habría solicitado a un allegado, varios días antes, las armas que usó contra Rosalía.

Para la justicia de primera instancia que le rechazó el pedido de prisión domiciliaria a Cacho Toledo, la enfermedad del hombre "no empeoró", sino que es crónica, por lo que no habría nada nuevo que amerite un cambio de sus condiciones de detención. Sin embargo, la defensa del procesado insistió con el planteo y lo apeló en la Cámara Penal, donde analizan su situación. "No puede salir, porque hay un montón de casos en los que los hombres reinciden con estas cosas. Es un peligro para Rosalía", remarcó Menéndez.

Por eso, desde las 9.30 de hoy, las mujeres reunidas en Amas de Casa ﷓junto con Rosalía, quien está recuperada y participa activamente de la lucha contra la violencia de género﷓ se autoconvocarán en Tribunales para exigir que no le den prisión domiciliaria y que atiendan su salud en la cárcel, "como debe ser", insistió Rosana.

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Rosalía Benítez (en el centro), junto a miembros de la organización que difunde el caso.
Imagen: Alberto Gentilcore
 
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