Sábado, 25 de octubre de 2014 | Hoy
CIUDAD › BUSCAN A UN JOVEN QUE ESTUVO DETENIDO EN LA SECCIONAL 7º
Tiene 20 años y es de Florencio Varela. Llegó a Rosario de visita y hace 20 días que nadie sabe de él. Lo último que averiguaron sus familiares es que estuvo detenido en una comisaría. La familia tiene muchas dudas sobre su paradero y desconfía de la policía.
Por Lorena Panzerini
"Mi hijo tiene que aparecer, como sea", exigió ayer Elsa, la madre de Franco Ezequiel Casco, el joven residente de Florencio Varela, que estaba de paseo en Rosario, y hace casi 20 días que no sabe de su paradero. El pedido desesperado de la mujer se hizo oír en barrio Ludueña, desde donde organizaciones sociales y comunitirias acompañaron la visibilización del caso y el reclamo por la aparición del joven de 20 años. Lo último que se supo de él, es que estuvo detenido en la seccional 7º, por presunto desacato, desde donde dijeron que fue liberado esa misma noche por falta de antecedentes. "Yo pienso que mi hijo estuvo todo el tiempo en la comisaría; mientras yo iba y venía y lo buscaba en todos lados, él estuvo ahí. No sé si le pegaron, o qué pasó, pero estuvo ahí", lanzó la mujer, con la voz quebrada. Desde el barrio reclamaron "no sea otro caso como el de Luciano Arruga", y exigieron que se dé con el joven.
Elsa y Malvina, hermana de Franco, llevaron su reclamo a los medios, ante la "falta de respuestas" sobre el paradero del joven que llegó desde Florencio Varela a pasar unos días con su tía de barrio Empalme Graneros, a principio de mes. El lunes 6 de octubre, salió de la vivienda con sus bolsos y dinero para regresar en tren. Incluso llamó a su mamá para ponerla en conocimiento de que estaba por emprender viaje esa noche.
Cuando su padre vino a Rosario para averiguar qué había pasado con Franco, les indicaron que el joven estuvo arrestado en la seccional de Caferatta al 300, el mismo día que debía subir al tren a Buenos Aires, y que fue liberado por la noche. Hizo al denuncia en la seccional 20º y le dijeron que difundirían la foto de su hijo, pero "no fue así".
Elsa llegó el pasado 13 de octubre a la ciudad y le dijeron que lo habían detenido el martes 7. "No queda claro cuándo estuvo detenido, porque yo entendía que había sido el lunes, y nunca me mostraron el libro de guardia en la seccional, sino que me lo leyeron ellos. Sospecho porque primero dijeron una fecha, y después otra", advirtió la mujer, bajo la sombra aliviadora de un arbol, ayer a la siesta.
"Dicen que lo vieron dado vuelta, a media cuadra de la comisaría, y que cuando lo quisieron detener agarró piedras para tirarle al patrullero, pero nunca llegó a tirar; además, cuando lo agarró el sumariante, le rompió la camisa. Me dijeron que lo detuvieron por desacato, pero que no tenía sus cosas; entonces les pregunté si no le habían robado en el camino, porque sino para qué andaría cerca de la comisaría si él no conocía la zona. Cuando me negaron ver el libro empecé a sospechar. Me dieron vueltas para mostrármelo; cuando lo iba a hacer el suboficial que lo detuvo, lo llamaron para adentro y ahí estuvieron 20 minutos. Cuando salió me entero que era el martes 7 que lo habían detenido, no el 6, como habían dicho días antes. Mis dudas son muchas, no sé si le pegaron, si le hicieron algo, porque me daban muchas vueltas y me mandaban a mí cuando ellos tendrían que haberlo buscado", señaló la mujer, mientras Malvina sostenía firme la foto de su hermano.
Por esos días comenzó la búsqueda imperiosa de la mujer. "De la 7º me mandaban a buscarlo a distintos lugares, incluso al crotario, me recorrí todo el río pegando carteles con la foto de mi hijo, y al otro día los carteles no estaban más. No creo en ellos (por el personal de la comisaría). Ahí estuvo todo el tiempo".
El 14, Elsa presentó la denuncia en el Ministerio Público de la Acusación, donde el fiscal Leandro Trangoni lleva adelante la investigación. "Me dijeron que no tenían novedades ahí, entonces me empecé a acercar a la gente del barrio -ya que está parando en la casa de un familiar que vive en Ludueña-, cuando se hizo la movilización por el caso Gabriel Aguirrez. Y en Buenos Aires también mi familia va a ir a los canales", dijo.
La mujer aseguró que "no es posible que se haya ido a otro lado. Me llamó el lunes 6 al mediodía para decirme que regresaba, porque extrañaba. No era de hacer esas cosas, yo conozco a mi hijo, y sé que en un lugar que no conocía no se iba a portar mal. Sí, se drogaba, no voy a decir lo contrario, pero cuando estuvo acá yo llamaba todos los días y él estaba bien, hasta que el lunes pasó esto".
Franco tiene un hijo pequeño y trabaja como ayudante de albañilería de su padre. Su madre reclamó en la estación de tren las grabaciones de las cámaras de seguridad del día y horario en que Franco podría haber abordado. Además, ayer dijo que les indicaron que la búsqueda en los hospitales dio negativo y seguirían con las comisarías y las morgues. Desde la Fiscalía, indicaron que se están recopilando declaraciones de la seccional 7º, se pidieron imágenes de las cámaras de seguridad y se pidió el libro de guardia de la comisaría.
El padre Montaldo hizo un "llamado urgente a los gobernantes, porque es un tema aterrador". Desde el barrio pidieron "dar con el paradero de Franco, que la policía y el estado den una respuesta clara. Que no sea otro caso como el de Luciano Arruga", reclamaron.
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