Tres policías de la seccional 14ª irán a juicio por "apremios y abuso de autoridad" contra un grupo de adolescentes de entre 12 y 18 años --en su mayoría mujeres--, que fueron sometidos a aberrantes tratos y vejaciones, en agosto de 2013. "Ha quedado en evidencia y probado absolutamente que el hecho investigado se efectuó con una inusitada violencia", expresó en su fallo el juez Juan Andrés Donnola, al procesar a los oficiales Flavia Dip, Melina Báez y Walter Rossi, por hacer desnudar a las nenas, golpearlas y discriminarlas. Para el magistrado, la severidad con la que se sometió a cuatro chicas y dos chicos "no permite dejar de observar este suceso como insólito"; y enfatizó que hace "rememorar viejas detenciones de personal policial `duro y autoritario', que desgraciadamente marcaron etapas oscuras de la crónica argentina". La denuncia fue realizada por los padres de las menores de barrio Gráfico, y por el Movimiento Evita, que fue anoticiado del caso.

Según la denuncia de los progenitores, que fueron acompañados por abogadas del equipo de trabajo del diputado que preside la Comisión de Derechos y Garantías, Eduardo Toniolli, los menores y una chica de 18, estuvieron demorados durante ocho horas. Los policías alegaron, para detenerlos, que se había denunciado el robo de un celular.

Las víctimas fueron una nena de 12 años; dos de 14; una de 15, una de 17; y otra de 18. Todas de barrio Gráfico. También fue detenido un chico de 17, que no estuvo junto con las mujeres; y otro que ya estaba en el patrullero. Primero fueron golpeados en plena calle por personal policial, al ser detenidos cuando salían de la cantina "Divina Greta", donde habían ido a festejar un cumpleaños. De allí, los trasladaron a la comisaría de zona oeste, donde las chicas fueron obligadas a desnudarse completamente y "toser"; además las golpearon, insultaron y discriminaron. "Negras villeras; qué olor, báñense", les dijo el policía acusado.

"Nos agarró a mí y a B. de los pelos y nos puso contra el piso. B. se cayó y le dijo `a mí no me importa que te caigas, yo las voy a seguir arrastrando hasta adentro'. Nos hicieron quedar completamente desnudas, dar vueltas y nos decían que tosiéramos", relató una de las nenas sobre el accionar de una de las acusadas. En tanto, uno de los dos chicos, contó: "Me dieron la cabeza contra la pared, me rompieron la boca, me lastimaron un pómulo y cuando escupía sangre me decían que la limpie y yo les decía que no y me volvían a pegar. A mi me pegaron más que a los otros".

Para el juez, los relatos de los jóvenes lucen "casi idénticos y absolutamente coincidentes, con la suficiente credibilidad"; por eso, consideró que "pasaron varias horas detenidos soportando severidades de parte de quienes tenían el deber de mantenerlos solamente en el lugar y llamar a sus padres".