Dom 23.11.2014
rosario

CIUDAD › FERNANDO "CHINO" ROSúA, PRECANDIDATO A INTENDENTE DE ROSARIO POR EL MOVIMIENTO EVITA

"El nivel de hartazgo es muy alto"

Para el dirigente peronista las elecciones del año próximo "serán fundamentales para trazar la ciudad de las próximas décadas". Asegura que gran parte de la población está "cansada de esta forma de gobernador del socialismo", que "comenta los problemas junto a los vecinos pero no los resuelve".

› Por Claudio Socolsky

"El año que viene es fundamental para marcar la ciudad de las próximas décadas", aseguró el precandidato a intendente del Movimiento Evita, Fernando "Chino" Rosúa. El ex concejal, y presidente de la Fundación Igualar, consideró que el peronismo rosarino está muy renovado, y cuenta con cuadros con experiencia en la función pública. "Lo que se requiere para esta etapa que se viene es seriedad y eficacia en la gestión porque los problemas son graves realmente", aseguró. Según el dirigente kirchnerista, "se ve un cansancio por parte de la ciudadanía de esta manera de gobernar del socialismo, que se pone más en el lugar del vecino para contar los problemas que para tomar decisiones y resolverlos, esto ha llegado a un punto de intolerancia, el nivel de hartazgo es muy alto". Para enfrentar los problemas prioritarios en la agenda de la ciudad, Rosúa dijo que apuesta a "una policía de prevención conducida por el intendente, a una centralidad estatal del transporte, y a un shock de infraestructura en los barrios olvidados por la gestión socialista.

"No nos podemos quedar de brazos cruzados, tenemos la decisión política para tomar las medidas que hay que tomar", es lo primero que señala Rosúa en la entrevista con Rosario/12, para referirse a la actualidad de la ciudad. "Hace algunos años que venimos con candidaturas propias, pero esta vez nos pareció que esta situación nos obligaba a ir elecciones con candidatos propios, fundamentalmente porque conocemos la temática de los problemas, conocemos cuáles son las soluciones y es el momento de llevarle el mensaje a la gente que esto se puede cambiar. Tampoco vemos diagnósticos ni rumbos claros desde otros sectores".

Rosúa considera que en Rosario "confluyeron una serie de políticas y de mala gestión en distintas temáticas, esto se agravó cuando el gobierno provincial lo toma el socialismo, con una muy mala gestión en seguridad, que generó un cóctel explosivo para la ciudad. Por un lado, una situación de bolsones cada vez más grandes de zonas abandonadas por el Estado; una situación de prosperidad económica, fundamentalmente por el impulso de la soja que trajeron inversiones muy importantes. Esto generó un contraste explosivo desde el punto de vista social, a lo que se le suma un abandono por parte de la policía de su rol. Cuando no hay un Estado que ordene, cada uno hace lo que quiere, inclusive los que están por la ilegalidad, se fueron apoderando de territorios con toda una situación de violencia en crecimiento. Esto es lo que hay que reordenar en la ciudad".

-¿El 2015 se presenta como un año más favorable para disputarle el gobierno al socialismo en la ciudad?

-Lo que se ve es un cansancio por parte de la ciudadanía de esta manera de gobernar del socialismo, que se pone más en el lugar del vecino para contar los problemas que para tomar decisiones y resolverlos, esto ha llegado a un punto de intolerancia, el nivel de hartazgo es muy alto. Esta desresponsabilización que tiene el socialismo constantemente en sus discursos llegó a un límite. La gente ya no quiere que le cuenten historias, piden soluciones inmediatas a los que son responsables de gobernar.

-¿Puede la oposición aprovechar este hartazgo, o la constante dispersión le sigue dando aire al gobierno?

-Esto se va a ordenar con las PASO. Si bien existe un escenario tripartito, el oficialismo, el peronismo y el Pro; el peronismo, a diferencia del Pro, tiene experiencia en gestión, tanto provincial como nacional. Tiene cuadros muy importantes que conocen la función pública, las problemáticas, tiene un plus. Además, creo que el peronismo actual de Rosario está muy renovado, con mucha amplitud, con participación de muchos sectores que no son peronistas pero que comparten esta necesidad de que hay que cambiar. Lo que se requiere para esta etapa que se viene es seriedad y eficacia en la gestión porque los problemas son graves realmente.

-¿El peronismo rosarino irá con candidatos propios, hay margen para intentar con figuras extrapartidarias?

-La madurez del peronismo en la ciudad hace que hoy ya podamos tener candidatos con inserción, militancia, recorrido. Estamos ante un proceso en la que se va a comenzar a ver esta nueva dirigencia en el escenario. Habla muy bien del peronismo no tener que acudir a figuras que vienen de otro lado para tratar de ganar votos. Hay que revalorizar la política, los problemas y soluciones se enfrentan desde la política, y el peronismo está en óptimas condiciones para ofrecer un menú de candidatos, la mayoría jóvenes, con esta impronta.

-¿Y que pasará cuando la interna defina al candidato peronista?

-Lo demostramos en la elección pasada, fuimos a una interna, perdimos y acompañamos a los ganadores como si fuéramos nosotros los candidatos. Hubo una madurez, si bien hubo sectores que no lo entendieron así. Lo importante es que hay un piso ideológico común con las históricas banderas del peronismo que nos permite no juntar el agua y el aceite.

-¿Cuál es la estrategia para enfrentar los temas prioritarios en la agenda de la ciudad?

-El tema de la seguridad es el primero, y fundamentalmente el tema de la policía, que es la herramienta esencial para poder llevar adelante una política de seguridad. A la policía hay que hacerla de nuevo, reordenarla. Apuesto a una policía de prevención conducida por el intendente, y un organismo de investigaciones conducido por el fiscal general de la provincia. Y algunas áreas de criminalidad compleja deben seguir en manos de la provincia. Hace varios años que decimos que el intendente es la figura política de mayor peso en la ciudad de Rosario, y es la que debe tener control en la calle. Un tema que va atado a una profundización de las reformas del poder judicial.

-¿Qué sigue en su lista de prioridades para el próximo año?

-Uno fundamental es el transporte. El socialismo ya mostró las cartas y quiere seguir con el mismo modelo por 15 años más. Este modelo demostró su fracaso, lo sigue demostrando día a día, y la presión permanente del sector privado para aumentar el boleto es una muestra de esto. Hay que ir a un modelo de centralidad estatal que pueda articular, no solamente el sistema de colectivos, si no también el tema de trenes. El ferrocarril ya no es una promesa de futuro, es una realidad de hoy, y esto hay que articularlo desde el Estado. Y hay que ocuparse de los barrios olvidados por la gestión socialista. Ahora se acordaron con el Plan Abre, pero hay un atraso de 20 años en inversión en obra pública, esto requiere un shock de inversión en infraestructura. También hay que trabajar fuertemente en la reinserción educativa y laboral de los jóvenes que están fuera del sistema.

-¿Qué temas que no pueden estar fuera de la agenda de un intendente?

-Hay dos que son estratégicos. Una es la inserción de la ciudad y la región en la estrategia de desarrollo productivo nacional, que hoy tanto el gobierno provincial como el municipal no lo están haciendo. La segunda es rediscutir con la provincia la relación con el municipio para el financiamiento y las competencias que debe tener una ciudad como Rosario. Los grandes problemas de infraestructura de la ciudad son de competencia provincial.

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