Una silla vacía por cada mujer que fue víctima fatal de la violencia machista. Esa es la propuesta que el colectivo Mujeres de Negro llevará este martes a los Tribunales provinciales, en el marco del Día de No Violencia contra las Mujeres que se conmemora cada 25 de noviembre. Los asientos serán casi 200; y siete de estos representarán a las víctimas que fueron asesinadas en territorio santafesino, según el monitoreo que hacen las propias organizaciones a partir de lo publicado en los medios.

La protesta será en el Palacio de Justicia, porque creen que "aún hay muchas falencias" del sistema sobre el flagelo. Eva Domínguez, miembro de la organización, da cuenta de ello desde hace cuatro años, cuando su cuñada, Vanesa Celma, murió tras agonizar cinco meses por las quemaduras causadas en el 35 por ciento de su cuerpo, luego de una discusión con su pareja, delante de su hijito de cinco años. Vanesa tenía 27, y estaba embarazada de ocho meses. La carátula judicial es "incendio", y su concubino "nunca fue citado a indagatoria". La fiscal de la causa llegó a decirle a Eva que su cuñada "murió por amor", según recuerda la mujer, angustiada. Es que para ella, la justicia creyó la versión del agresor, quien ﷓según testigos﷓ era violento con la joven desde hacía años. A Vanesa ya no la pueden escuchar.

El brutal episodio que dejó a Vanesa envuelta en llamas, durante una discusión con su concubino, ocurrió ﷓como la mayoría de estos casos﷓ dentro de las cuatro paredes de su habitación. La noche del 29 de junio de 2010, un nuevo altercado en la pareja cambió la vida de una familia que quedó inmersa en el dolor. Fue el hijo de Vanesa quien salió a la calle, desesperado, a pedirles ayuda a los vecinos porque su mamá se quemaba. La joven dio a luz por cesárea, al día siguiente de llegar al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez. Durante los cuatro meses siguientes, estuvo en terapia intensiva y en el área de Quemados del efector. "Mirá lo que te hiciste", le decía el acusado mientras era cargada en la ambulancia, y lo repitió los días que iba a visitarla. Ella, estaba aterrorizada y una noche le contó a una enfermera lo ocurrido. Aunque le dieron el alta a fines de octubre, una semana después volvieron a internarla, por un cuadro de deshidratación. Falleció el 22 de noviembre de ese año.

Eva no dejó de pedir justicia desde entonces, pero lamenta que en el juzgado de Instrucción Nº 12, a cargo de Mónica Lamperti, la investigación "no avanza con la perspectiva de género" que incluso fue recomendada por sectores como el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem) y hasta por la Secretaría de Derechos Humanos de la provincia.

"Todavía estamos en la nada, no fuimos citados por nadie. Estamos agotando todas las posibilidades, y esta es una etapa que nos pesa muchísimo", aseguró Eva. Es que luego del primer aniversario del fallecimiento de la joven, que dejó dos hijos pequeños, la muerte de su madre volvió a golpear a la familia. "Ahora su papá está en una profunda depresión por culpa de todas estas cuestiones. Esto hace que nos pese todo mucho más; la inacción por parte de la justicia se nota en él que es su papá, quien está reclamando que se investigue, no pedimos mucho más".

Al rememorar estos cuatro años, Eva habló de varias irregularidades, comenzando por el accionar del personal policial de la seccional 12º, que en su momento no conservó las pruebas para la investigación. "Ese fue el primero de nuestros reclamos, cuando nos dimos cuenta que faltaban en Tribunales las prendas que se habían sacado de la casa; y la cámara de fotos de la policía se rompió y, según dijeron, no se pudo recuperar la memoria: había fotos importantes".

Eva recordó que en el expediente figura la versión de la entonces pareja de Vanesa, y padre de los niños: que ella se volcó alcohol. Sobre ello, la cuñada de la víctima, quien se dedicó desde entonces a luchar contra el flagelo y a movilizar la causa para esclarecer la muerte de la joven, llegó con su reclamo hasta la Corte Suprema santafesina, pero lamentó que no haya respuestas. "Denunciamos a los policías, y el no accionar de la fiscal y la jueza. Esta víctima dejó dos criaturas y pedimos una investigación justa. Me parece que hay muchos cómplices, porque en este contexto perdimos a un familiar y no fuimos atendidos por la Justicia hasta el día de hoy". Además, recordó que llevaron a la fiscal, Lucía Araoz, y a la jueza, varias pruebas testimoniales de la violencia que el hombre ejercía sobre Vanesa. Eva pide un cambio en la carátula judicial y "que no sea otra muerte indiferente". Desde el juzgado indicaron que hay varias medidas en trámite, y negaron que el expediente esté parado.

Tanto por Vanesa como por otras víctimas, mañana Mujeres de Negro llevará a Tribunales una intervención que busca poner en imágenes la ausencia de esas mujeres asesinadas a causa de la violencia machista. Ya el año pasado, la organización visibilizó a las víctimas de 2013, con un cartel por cada una de ellas pegado en el suelo, al lado de un clavel rojo. La representación fue impactante. Este año, la propuesta llegará a la esquina de Balcarce y Montevideo, donde pondrán alrededor de 190 sillas negras, vacías. "Estarán los nombres y apellidos de esas mujeres que hoy no están. En estos días tuvimos tres femicidios más: no se puede creer". En tanto, otras ochenta sillas representarán casos de abortos clandestinos de los últimos años. "Esperamos que nos alcancen las sillas que ya tenemos alquiladas", se quejó Eva.

Al mismo tiempo, reclamó que el personal del Ministerio Público de la Acusación y los jueces se capaciten con perspectiva de género para llevar adelante investigaciones de este tipo. "Hacemos un voluntariado y para eso nos capacitamos, para acompañar; entonces también pedimos que lo hagan quienes son responsables cuando las mujeres piden auxilio, porque no están siendo bien atendidas", lanzó.