Brian González, el joven sospechado de haber asesinado a Analía Rivero, frente a la confitería bailable Stone, de Capitán Bermúdez, se entregó ayer a la Justicia y hoy quedará imputado como autor del homicidio que conmocionó a la localidad, a principios de este mes. El acusado tiene 21 años y una niña pequeña. Según dijo su abogado, Gabriel Navas, no cuenta con antecedentes penales, pese a que estuvo mencionado en un crimen de 2013 y en el atentado a la casa del gobernador Antonio Bonfatti. "Se presentó en la PDI (Policía de Investigaciones), a las 9; y está dispuesto a declarar y responder preguntas, porque manifiesta que es inocente", dijo el letrado. La audiencia imputativa se realizará hoy, en San Lorenzo, con la acusación del fiscal Juan Carlos Ledesma.

Fuentes de la causa judicial consultadas, indicaron que el apodado "Gordo" González se entregó porque "se sintió acorralado", ya que en las últimas horas se habían librado varias órdenes de allanamientos para dar con él. Aunque no está claro dónde residía el sospechoso, este diario pudo saber que tiene una tienda de ropa en la zona noroeste de Rosario.

La detención de González --acusado de haber disparado varias veces contra la puerta del boliche, donde estaba Any, mientras circulaba en una camioneta-- se sumó ayer a la de dos chicas de 17 y 18 años como partícipes en la causa.

El crimen ocurrió la madrugada del 2 de noviembre pasado, mientras la víctima, de 18 años, trabajaba como promotora en la puerta del boliche Stone, de San Lorenzo al 400. Alrededor de las 5 o las 5.30, una camioneta en la que viajaban varias personas pasó frente al boliche y desde el vehículo efectuaron al menos siete disparos contra quienes estaban en la puerta. Rivero recibió un impacto y murió casi en el acto. En la misma balacera, un chico de 19 años también resultó herido, pero sobrevivió.

La camioneta quedó filmada por las cámaras del lugar, y varios testigos sindicaron a González como el agresor. A tres semanas del crimen estaba "cercado" por la policía, según indicaron ayer fuentes de la Fiscalía.

En la investigación declaró un testigo que habló de una pelea, ocurrida en el interior de la discoteca, antes del suceso fatal; y mencionó a las jóvenes detenidas, por haber estado con el "Gordo" Brian. Contó que Brian tuvo una pelea con un grupo de personas dentro del boliche, y no le gustó nada cuando los custodios privados del local lo obligaron a irse. Al salir, pateó una puerta de vidrio. Tras tomar la camioneta, pasó frente al boliche y desde el asiento del acompañante abrió fuego.

El nombre de González --quien formó parte de la barra brava de Central-- rondó en Tribunales cuando ocurrió el atentado a la casa de Bonfatti, pero nunca estuvo imputado ni fue citado por esa causa.