Lanzado como precandidato a concejal, en la interna del Frente Progresista, el presidente del Legislativo Miguel Zamarini deslizó que la gestión municipal conducida por la intendenta Mónica Fein perdió el control en la periferia al sostener que "a los barrios hay que recuperarlos". Con 17 años en el Palacio Vasallo, el edil habla de necesidad de "renovación" y "corrección de rumbos". En diálogo con Rosario/12, Zamarini reconoció que "sería ideal" que la concejala radical María Eugenia Schmuck se sume al espacio que integra junto a Pablo Javkin, Mario Barletta y Rubén Giustiniani.

-¿Cómo es su relación hoy con la intendenta Mónica Fein?, preguntó Rosario/12.

-Desde el punto de vista institucional, por supuesto muy buena. Y desde el punto de vista político, electoralmente, en listas distintas. Voy a ir en una propuesta con Pablo Javkin a la intendencia y al Concejo simultáneamente. Si se cierra lo de Mario Barletta, vamos apoyarlo para gobernador y a Giustiniani para diputado. Pero hasta el 13 de febrero no está dicha la última palabra. Vamos en propuestas distintas, pensamos distinto de cómo resolver los problemas que tiene la ciudad, tenemos propuestas distintas. Nos permitimos hacerlo después de muchos años que estamos trabajando en esto, formando parte inclusive del gobierno municipal.

-¿Hay un socialismo gobernante agotado?

-Creo que hace falta una fuerte...algunos dicen renovación, una impronta de correcciones de rumbos. Cada uno define el rumbo que quiere, el perfil que le da cada gobernante. Yo pondría mucho énfasis en el sistema de transporte como un servicio público, fundamental para los ciudadanos. Le insuflaría oxígeno, recursos, para que funcione bien y la tarifa no la tenga que soportar toda el usuario, le daría la importancia que se le ha dado en su momento a una política de salud pública y al mantenimiento de los espacios públicos. Lo que está bien hay que garantizarlo, pero hay que ir por nuevas propuestas. A los barrios hay que recuperarlos, yo no tengo dudas de que están faltando obras de mantenimiento, embellecimiento y resolución de problemas crónicos que tienen nuestros barrios. Digo lo que me transmite el ciudadano, no lo que me parece.

-¿Por qué el Ejecutivo se ha quejado sobre el rol del Concejo?

-En el Concejo no se ha quedado ningún proyecto. Eso siempre es una estrategia que, en tiempos electorales, se dice 'no tenemos el apoyo del Legislativo', es lo que suele ocurrir, donde algunas cosas se quedan sin votar, pero no es el caso del Concejo de Rosario. Insisto, ya tener aprobado el presupuesto y los recursos para aplicárselo a este presupuesto de gastos del 2015, es un tema realmente importante, y sobre todo también tener la nueva tarifa de transporte, que fue finalmente aumentada. No es menor. No veo ningún proyecto trascendente que esté parado y que signifique un condicionamiento para la gestión municipal. Si le faltan recursos a la gestión, que podría ocurrirle, para una ciudad tan importante como Rosario, hay que seguir reclamando, como rosarinos, al gobierno de la provincia. Que nos transfiera recursos, dado que esta ciudad le hace un aporte por demás significativo al Producto Bruto Interno (PBI) de la provincia. Entonces, uno tiene que tener una retribución igual.

-¿Van a sumar al espacio a la concejala Schmuck?

-Sería ideal, sería muy significativo tener una mujer de esas características, conocedora de la realidad de Rosario. El oficialismo frentista pide una interna moderada, en virtud de la necesidad de retener el gobierno. Hablan de no armar una interna virulenta y los acusan de posicionarse con declaraciones virulentas. Cada uno debe ser responsable de lo que hace. Si uno está en contacto con el ciudadano y el ciudadano le está demandando, alguien tiene que atender eso. Nosotros hemos elegido ese camino, más que declaraciones lo que estamos haciendo es una descripción de lo que vemos y nos relata el ciudadano.

-¿Lo sorprendió la decisión del gobernador Bonfatti de ser precandidato a diputado?

-La verdad que no, me imaginé que el oficialismo iba a jugar con todas las herramientas. Algunos hacen una objeción a eso, yo digo que cada uno tiene derecho a legitimar su espacio. Por eso cuando yo también intento hacerlo, pido el mismo respeto que le tengo a los demás. Cada uno sabe lo que está haciendo. La legitimidad la da el ciudadano con su voto- concluyó.