Rodrigo tiene 23 años y ayer luchaba por su vida en la terapia intensiva del Hospital de Emergencias, adonde llegó con un tiro en la cabeza. Lo habían baleado dos personas en moto, en la puerta de su casa de Cafferata al 2900. Allí estaba el jueves por la noche con su padre, bajando del auto, cuando ocurrió la balacera. Para la Fiscalía Regional que investiga el episodio, no hay indicios de que haya sido un intento de robo, ya que los agresores no se llevaron nada ni intentaron robar el auto. Al parecer, Rodrigo estaba sentado del lado del conductor, cuando su padre bajó a dejar unos papeles a la casa, y dos sujetos en moto le dispararon al pibe con la ventanilla alta. El orificio quedó marcado en uno de los vidrios del vehículo.

Al cierre de esta edición, el estado de salud de Rodrigo era "muy delicado". El episodio en el que resultó herido tuvo lugar anteanoche, cerca de las 22, cuando el joven y su padre, Hugo, de 49 años, llegaba a su casa de Cafferata al 2900 en auto. Según consta en el parte policial, el papá se bajó del auto e ingresó a la vivienda a guardar unos papeles, cuando escuchó el disparo. Al salir rápidamente a la calle encontró a su hijo con un tiro en la cabeza.

La víctima del ataque fue llevada de inmediato al Heca por una herida de arma de fuego en el cráneo con "pérdida de masa encefálica". Frente a la grave situación, el director del hospital de emergencias, Néstor Marchetti, dijo que la bala entró por la zona parietal izquierda y atravesó todo el cráneo. Además, agregó que el joven estaba en terapia intensiva y su pronóstico era "muy serio". "Tuvo una lesión severa y vamos a ver qué pasa en las próximas horas", agregó Marchetti.