Domingo, 12 de abril de 2015 | Hoy
CIUDAD › ROSARIO/12 ACCEDIó AL EXPEDIENTE POR LA CAUSA DE LA DESAPARICIóN DE PAULA PERASSI.
El abogado de la familia de la mujer desaparecida en 2011 cree que en el trabajo de los agentes policiales en este caso "la mitad plantaba pistas falsas y la otra mitad las seguía". Ahora el juez de la causa ordenó detener a nueves persones, entre ellos cinco policías.
Por José Maggi
"En el caso de Paula Perassi la policía santafesina me hace acordar a la bonaerense: la mitad plantaba la pistas falsas y la otra mitad, las seguía". La frase en boca de Adrian Ruiz, abogado de la familia Perassi, define y resume en gran medida este expediente que finalmente puede terminar de dar una vuelta de página, si es que el juez Juan José Tutau lo decide. Es que el fiscal Román Moscetta le pidió la última semana al juez que detenga a dos ex altos jefes policiales, tres agentes de policía de la Unidad Regional XVII de San Lorenzo y cuatro civiles de Puerto General San Martín y Timbúes, por sus diferentes participaciones en la causa de la desaparición, ahora considerada muerte, de Paula Perassi, quien habría fallecido tras un aborto en contra de su voluntad.
Entre las pruebas recolectadas las más escandalosas son las actitudes delictivas de los policías encargados de la investigación. Estas son algunas de ellas: Paula tenía un teléfono "no declarado" con el que hablaba con Strumia. Cuando desapareció, el empresario lo utilizó para enviarse un mensaje. "Desde hoy estoy sola nadie más me molesta perdón sos muy bueno estoy llegando a San Juan porfi no comentes ok". Este es el mensaje que el amante de Paula, le mostró a Alberto Perassi y que se conformó como una de las primeras pruebas en su contra. Ahora el fiscal Mosceta comprobó que el estilo narrativo no perternece al modo en que o haría Paula. De igual manera la compañía de telefonía móvil Telecom Personal probó que el teléfono desde donde se envió el mensaje nunca dejó de estar en Puerto General San Martín.
Los fiscales Donato Trota y Moscetta entienden que hubo policías de San Lorenzo que obraron para protegar a Strumia y encubrir el crimen. Son los oficiales Aldo Gómez, Ramón Godoy y María José Galtelli, como también su superior inmediato y jefe de la Agrupación de Unidades Especiales, comisario principal Jorge Enrique Krenz y el jefe de la Agrupación Cuerpos, comisario inspector Adolfo Daniel Puyol.
Los efectivos "mantuvieron contacto con los imputados, hicieron desaparecer pruebas y crearon falsas coartadas para favorecer a los imputados en la causa, tanto a Strumia como a su esposa, quien aún no ha sido convocada en calidad de imputada".
Según el informe del fiscal, "es en la intervención del celular de Strumia donde nos encontramos con la primer irregularidad, ya que al momento de solicitar la intervención del aparato, personal de AUE omitió pedir que se intervenga también la radio, además de la línea telefónica de Nextel, lo cual constituyó una maniobra deliberada para poder mantener comunicación por dicho canal con quien era ya el principal sospechoso de la desaparición de Paula Perassi". Es así que el fiscal considera que se intervino el número de celular de Strumia, pero no el de la radio Nextel, por lo cual personal policial se comunicaba con él por ese medio para mantenerlo al tanto, no sólo de la investigación que lo comprometía, sino también de maniobras perturbadoras de esa investigación y para crear también falsas coartadas para confundir a la fiscalía en su trabajo investigativo y al propio juez.
Merced a los datos aportados por las empresas telefónicas, se estableció que luego de la desaparición de Paula hubo una buena cantidad de llamadas entre Strumia y la oficial Galtelli, asi como con Gómez, y Godoy. Sin emabrgo la mayoría de ellas, fueron entre Strumia y Puyol, siendo este número de 24 alertas y 27 llamadas de radio entre la fecha de desaparición de Paula, 18 de septiembre y el 31 de diciembre de 2011.
Además, el fiscal acusa a personal policial de ocultar pruebas. En este sentido, considera que se trata de una conducta del personal policial encuadrada en el delito de encubrimiento agravado, omisión de los deberes de funcionario público, sustracción y destrucción de objetos destinados a servir de prueba.
Otro de los puntos que incriminan a los Strumia es una falsa pista que inventaron: para despistar la investigación, generaron una grabación en la línea telefónica intervenida de la vivienda familiar, donde la voz de una mujer dice "ayuda, ayuda, ayuda...". Ese audio fue escuchado por Alberto y Alicia, padres de Paula, quienes aseguran que no se trata de Paula sino de Roxana Michl, la esposa de Strumia. El fiscal considera que eso podría haber sido grabado con intención de simular que Paula estaba con vida meses después de su desaparición.
En rigor la treta es casi de un preadolescente, según los investigadores: fue hecha desde un teléfono de la misma propiedad de los Strumia. Pero los fiscales señalan aquí la complicidad de los policías Gómez y Galtelli, quienes eran los encargados de diligenciar las escuchas, y que " extraviaron" el casette correspondiente con la misma. Esto debió ser salvado con una copia pedida a la Secretaría de Inteligencia nacional.
Entre los muchos y variados descuidos policiales también figura la desaparición de una carta secuestrada en el allanamiento de la casa de Darío Ortiz, amigo de Strumia. La misiva estaba firmada por Paula, quien lo saludaba en esa ocasión por su cumpleaños.
Conforme a todo lo descripto, los fiscales no dudaron en pedir para los uniformados la aplicación de los delitos de encubrimiento agravado, omisión de los deberes de funcionario público, sustracción y destrucción de objetos destinados a servir de prueba ante la autoridad competente y falsedad de instrumento público.
Los fiscales también consideraron una conducta de distracción y perturbación en la investigación, la declaración efectuada por el hijo de Strumia, menor de edad en aquel momento, quien fue acompañado por su madre Roxana Michl a AUE y declaró haber visto a Paula el 29 de noviembre de 2011 en una garita de colectivo sobre Ruta 11 y Avenida Córdoba en Puerto San Martín. Luego de una investigación se logró establecer que era otra mentira, para mejorar la situación de su padre, para sembrar una falsa prueba. Para el fiscal, personal policial "tomó esa prueba como verdad y la sobredimensionó", por lo que se hizo un despliegue de policías y perros para establecer si allí estuvo Paula.
Para cimentar el engaño, el fiscal sostiene que policías colocaron en el lugar prendas de Paula para guiar a los perros en la pista armada.
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