Mucho de exposición individual y poco de confrontación tuvo el debate de los candidatos a intendente que se realizó anoche en los estudios de Televisión Litoral. La intendenta Mónica Fein (Frente Progresista), Ana Martínez (PRO), Roberto Sukerman (Frente para la Victoria), Alejandro Grandinetti (Frente Renovador) y Edmundo Finkelstein (Frente de Izquierda) compartieron su mirada sobre la ciudad, en un evento televisado por los canales 3 y 5 y emitido por LT8, LT3 y Radio 2, moderado por los periodistas Sonia Marchesi, Guillermo Zyszmann y Sergio Roulier. La organización no permitió el ingreso de cronistas de otros medios de la ciudad.

Los candidatos abrieron sus exposiciones con una "autopresentación". Fein dijo que aspira a un segundo mandato porque tiene "nuevos desafíos" a concretar. Finkelstein, incómodo con el escenario televisivo, habló de "gobernar con y por los trabajadores" y valoró el acuerdo salarial que consiguió el sindicato aceitero. Grandinetti, conocedor de los sets de TV, bajó la mirada una cuántas veces para apoyarse en un ¿apunte? y explicó que abandonó el periodismo a raíz de la visión negativa que tenía de la ciudad, "por eso convoqué a un grupo de especialistas en seguridad, narcotráfico y medio ambiente". Martínez, ex conductora de TV, también se movió con soltura en el comienzo. Se definió como "rosarina de alma" y afirmó que lidera un grupo "muy pluralista" para mencionar tres veces sobre el cierre la palabra "cambio". Sukerman cerró el bloque con definiciones políticas y manifestó que Rosario "necesita un líder, hay que estar capacitado para gobernar".

Seguridad

Fue el primero de los tres temas, acaso el que demandó más tiempo, y acaparó el mayor interés de los candidatos, al punto de incluirlo en el resto de los ejes dispuestos. Cada uno de los cinco dispuso de dos minutos para exponer su plataforma. Finkelstein le apuntó al "delito organizado desde arriba", al que caracterizó como un "negocio monstruoso" y pidió por la "estatización de todos los puertos privados con control de los trabajadores y del juego privado". Grandinetti respetó el perfil punitivo de su referente nacional Sergio Massa y prometió la instalación de 2500 cámaras monitoreadas las 24 horas, "no por policías", la creación del Centro de Operaciones Rosario (COR) "para responder a las urgencias", un cerrojo digital que lea las patentes de los vehículos robados y participantes de ilícitos. Martínez dijo que la inseguridad es "lo que más nos preocupa" y sostuvo que los rosarinos son "rehenes" en sus casas. Dijo que va a crear la Secretaría de Seguridad, con el apoyo del "experto" en el ámbito privado Gabriel Chumpitaz (su candidato a concejal), y piensa invertir 100 millones de pesos para el área en el primer año. Sukerman, placa ilustradora en mano, recordó que se duplicaron los homicidios en la ciudad en los últimos cinco años. "No podemos seguir viviendo así", consideró, aunque a la hora de las soluciones afirmó que "no hay que inventar nada". Y recordó que ya presentó varios proyectos que hoy impulsan sus competidores. Castigó a Fein porque "nunca se escucharon las propuestas". La intendenta, por su parte, dijo que la seguridad es su "mayor prioridad", que exigirá que Gendarmería se quede y dijo que habrá 2500 policías comunitarios en Rosario. Además, precisó que se necesitan 3 mil videocámaras y fue la única que habló de "inclusión social" y de trabajar para que "los niños estén en la escuela".

Servicios públicos

Grandinetti siguió con el tema seguridad para hablar de servicios, porque "hay que garantizarla para el normal funcionamiento de taxis y colectivos". Dijo que hay que "invertir en transporte, en más frecuencias". Y señaló que los containers de basura "deben llegar a todos los barrios". Reiteró el planteo de la autonomía de la ciudad.

Martínez también habló de "mejores frecuencias" de colectivo, ya que los pasajeros tienen "temor de ser asaltados". Remarcó que "hay que poner la pasta (SIC)" para concretar "conexiones entre los barrios". Habló de "circulación reversible" en avenidas, aunque no explicó en cuáles. Acentuó la palabra "eficiencia", la que repitió en la réplica. "Hoy todo pasa por la seguridad", resumió. Sukerman remarcó que el transporte público es "altamente deficiente" y que los rosarinos tienen al colectivo como "última alternativa". Fein dijo que se viene el "transporte del futuro" y recordó que en los últimos seis meses se sumaron 134 unidades 0 km. Se quejó de la "discriminación" que ejerce la Nación con sus subsidios.

Obra pública

En este tema arrancó Martínez para cuestionar que se invierten 7 de cada 100 pesos de ingresos municipales. Debió leer lo que se supone son sus propuestas y habló casi como al pasar de "prevención de delito, pavimento, urbanismo". Ante las críticas, adelantó que su "equipo" es "netamente de la ciudad". Para entonces, ya se la veía nerviosa. Sukerman volvió a mostrar placas y se quejó de la "falta de presión de agua". El kirchnerista entendió la lógica del evento. "Hay que llevar dignidad a los barrios", cerró. En su réplica, le pegó a Fein al sostener que "no ha tenido proyectos para mejorar la infraestructura de la ciudad". Fein se comprometió a completar toda la red cloacal en una hipotética próxima gestión y fustigó al gobierno nacional. "Se llevan mucho de Rosario y nos devuelven muy poco". Finkelstein se rió de las propuestas ajenas. "Parece que yo no vivo en esta ciudad", dijo. Grandinetti contó que se inundó, y prometió un bono de infraestructura para obras determinadas ya que los "empresarios están ávidos de invertir".

Políticas Sociales y Salud.

En el último eje, Sukerman afirmó que la Municipalidad "ha ninguneado la inclusión social" y que el PRO "no tiene la más mínima intención de avanzar, ya que la desprecia". Se comprometió a urbanizar barrios. Más tarde recordó que el ex intendente Miguel Lifschitz "cerró los centros Crecer" al tiempo que el gobierno nacional lanzaba la Asignación Universal por Hijo. Fein habló de "educación, salud, empleo" y defendió que "no haya ningún ciudadano que a no más de 12 cuadras no tenga un centro de salud". La intendenta dijo que Rosario tiene el "mejor sistema de salud de Latinoamérica" y el socialismo fue "pionero" en políticas de género. "Gobernar es algo serio, no es para improvisaciones", cerró en otro dardo a Martínez. Finkelstein alertó que existen más de 100 villas de emergencia en la ciudad. Grandinetti siguió con las cifras y afirmó que 250 mil personas viven en asientos irregulares. "Por suerte no representamos a ningún gobierno", así se distanció de sus tres principales adversarios. Martínez, más espontánea, dijo que "el relato no condice para nada con la realidad que vivimos" y volvió a hacer "hincapié" en la seguridad antes de pasar un papelón al inventar la palabra "supido" que al cierre de esta edición hacía furor en las redes sociales.