La Cámara Penal rechazó un recurso de habeas corpus presentado por el defensor público provincial Gabriel Ganón, en favor de familiares de víctimas de presunto "gatillo fácil", que habían sido arrestados tras una manifestación en Fiscalía, en junio pasado. En primera instancia, el planteo fue rechazado "in límine" por el juez Juan Carlos Curto, por improcedente, y el defensor apeló tal resolución. Los manifestantes estuvieron detenidos por quemar neumáticos y expresar su enojo en la sede de Montevideo al 2000, pero fueron liberados ese mismo día. Ahora, el camarista Guillermo Llaudet confirmó la decisión y fundamentó que en el pedido de detención "estaba interviniendo el fiscal".

El conflicto llegó a audiencia oral al día siguiente de que se diera a conocer un fallo de la Corte Suprema santafesina que avaló la legalidad de la detención con orden fiscal, publicado por Rosario/12 en su edición de ayer. Sin embargo, el defensor provincial dijo en la audiencia oral que se trató de un "regreso a las razzias policiales". Y argumentó: "Se detuvo a gente que ni siquiera participó de la movilización, sino que iba caminando por la calle. Fue al boleo, incluyendo mujeres embarazadas, menores de edad y niños. Fue una orden ilegal e indiscriminada".

Por su parte, el fiscal Alvaro Campos, que abrió una causa por "daños y amenazas coactivas" contra algunos manifestantes, alegó que el planteo de la Defensoría es "abstracto", ya que los imputados recuperaron la libertad ese mismo día. Y añadió que "las personas fueron legalmente detenidas como autores de delitos de daños y amenazas".

Ganón insistió con que llegará con un recurso a la Corte provincial.

El fiscal regional, Jorge Baclini, también defendió a los suyos. "Ese día el fiscal Miguel Moreno (a cargo de las causas de homicidios) estaba recibiendo a los familiares; pero no podemos tolerar amenazas, rotura de autos y quema de neumáticos", dijo. El 10 de junio, un grupo de familiares de víctimas de homicidio por balas policiales reclamaba la detención de los autores de esos hechos, en la Fiscalía. Cuando prendieron gomas en la entrada, los fiscales dijeron que "todo se desmadró" y que los manifestantes "no permitían la salida ni el ingreso de funcionarios y empleados". Enseguida llegaron unos treinta policías de Infantería y se llevaron presos a todos.

Los manifestantes denunciaron un "brutal accionar de la policía".