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La iniciativa nació de un puñado de trabajadores de la salud pública rosarina y rápidamente se esparció: ya hay 100 personas agitando la asamblea de Trabajadores de la Salud que se realizará hoy, a las 10, en la Cooperativa de Trabajo Encuentro (Corrientes 474). "Convocamos a todos los trabajadores de la Salud Pública Municipal, Provincial y del Tercer Sector que estén preocupados por posible amenaza del avance neoliberal en las políticas sociales en general y de salud en particular, a una reunión de trabajo para generar estrategias de cara a las elecciones del 22 de noviembre próximo", dice el texto. La intención es hacer una convocatoria amplia a todas las personas que consideran importante el protagonismo del estado en la garantía de los derechos humanos, como es la salud.

Ricardo Cordone, uno de los impulsores, le pone su experiencia como médico de un centro de salud desde hace más de 15 años. "Siempre les cuento a los más jóvenes que cada que vez que venía una mujer embarazada o un chico desnutrido le hacía un papelito para que fuera al comedor del barrio, porque comían en la olla popular, y hoy les hago un papelito para que vayan al Ansés", dice el profesional, y se le quiebra la voz, no puede evitar la emoción.

La primera reunión fue en la casa de una de las médicas. "La mayoría conocimos lo que fue la década del 90 y recordamos cosas muy tristes, tanto para nosotros como para los usuarios de la salud pública, que tiene que ver con la desocupación, enfermedades que hoy casi no vemos como desnutrición, tuberculosis, o el agravamiento de enfermedades crónicas por falta de medicamentos", relató Cordone con la contundencia de lo vivido. "Había situaciones dramáticas de gente que tomaba la mitad de la dosis para que le alcanzara a fin de mes", continuó y recordó "cuando los insumos médicos aumentaron el 300 por ciento por la devaluación de 2001, nosotros entregábamos a las usuarias anticonceptivos para que tomara durante la semana y volviera el lunes siguiente. Les transmitimos este recuerdo a los más jóvenes, a quienes hoy les parece muy natural recetar una insulina, que el paciente haga cuatro pasos hasta la farmacia y se lo lleve, o que todos los pacientes tengan disponible la medicación para el VIH en el centro de salud que está cerca de su casa". El médico subrayó que "esto no pasó siempre, esto es lo que nosotros queremos remarcar, no siempre vivimos así. A veces uno tiene una memoria muy corta, y cree que siempre hubo trabajo para todos, asignación para todos, medicamentos para todos pero no fue así".

Cordone afirmó que la convocatoria va mucho más allá de quienes apoyan al gobierno nacional. Por eso, le pareció importante que, después de aquel primer grupo que no llegaba a una decena, hoy sean unos 100 trabajadores y trabajadoras de la salud pública mandándose whatsapp y coordinando ideas. "Fue un disparador que prendió rápidamente en un montón de gente que está preocupada porque hay un riesgo cierto de perder muchos derechos que se han adquirido".

Que sea desde la salud pública la convocatoria es porque "en Rosario y Santa Fe se da una particularidad, en Rosario, desde que asumió Héctor Cavallero, en la primera gestión socialista, la salud pública fue una bandera que mantuvieron siempre y fue una prioridad, y en la década del 90 fue un espacio de resistencia para muchos militantes de la salud pública. Después el país cambió", evaluó. Así lo dice el documento de convocatoria: "En Rosario, la salud como un derecho ha sido además de una decisión política, un sendero de participación y compromiso de muchos trabajadores de distintos espacios. Haciendo un poco de historia, ese espacio de construcción colectiva fue en la década neoliberal pasada un espacio de participación, de reflexión y referencia del campo progresista a nivel nacional. En función de ese compromiso, de esa historia, es que nos pronunciamos públicamente, en apoyo a la Salud Pública como un Derecho inalienable, derecho que peligra ante la posibilidad de un nuevo avance del neoliberalismo en el país".

Cuando Cambiemos habla de campaña del miedo elude algo fundamental: las convocatorias espontáneas en todo el país, en este caso de quienes pelean día a día la salud pública, demuestra que no se trata de una estrategia de márketing político, sino de la vivencia concreta de un amplio sector de la población que teme la pérdida de derechos adquiridos. "Sabemos que en caso de que Macri gane la presidencia, habrá un retroceso en derechos básicos que afectan a la población con la que trabajamos pero también se afectara nuestro trabajo cotidiano desde cuestiones cotidianas a las más complejas: la provisión de insumos, tratamientos básicos y de alta complejidad, producción pública de medicamentos como así también las condiciones de trabajo, paritarias, edad jubilatoria, y tantísimas leyes que ampliaron el Derecho a la Salud y nuestros Derechos", dicen los trabajadores autoconvocados que se encontrarán hoy, "en defensa de los derechos humanos y la salud pública".