La justicia provincial decidió ayer suspender por falta de oferentes y por el término de 20 días el remate de una vivienda única que ocupa una mujer de 70 años que sufre una discapacidad. "Estamos muy contentos, pudimos frenar, con el diálogo y con la palabra, un abuso, un atropello. Vamos por una nueva ley y las cosas van a cambiar", señaló Nire Roldán, titular de la Concejalía Popular, organización que acompañó a la mujer. "La idea es encontrar una salida donde una entidad mutual le dará una asistencia. Hoy (por ayer) a la mañana intentaron hacerle una oferta a la otra parte, pero no la aceptaron argumentando que querían el remate. Cuando le presten el dinero se va a intentar resolver el problema por un monto mucho más ajustado a criterio", agregó el ex concejal. En este marco, Roldán anunció que mañana mantendrá una reunión con el presidente del senado provincial, el vicegobernador Jorge Henn, y los presidentes de todos los bloques políticos para consensuar un proyecto de ley que presentaron el mes pasado para suspender por 24 meses los remates de vivienda única, situación en la que se encuentran unas cinco mil viviendas en Santa Fe. También plantean la creación de un registro de deudores de vivienda única en riesgo de subasta, y una ley para suspender de manera definitiva los remates.

Momentos de tensión se vivieron ayer en el primer piso de Tribunales, frente al juzgado Civil y Comercial Nº 9, a cargo de Marcelo Bergia. Gilda Sust, una jubilada bancaria que ocupa una vivienda única en Sarmiento al 1000 -y que estaban a punto de rematar-, terminó la jornada con lágrimas en los ojos y mucho más aliviada.

En las horas previas, la mujer estaba abatida porque no podía llegar a un acuerdo con su hermana, que vive en Buenos Aires y se dedica al negocio inmobiliario, para evitar el remate del departamento por un juicio de división de condominio. "Vamos a ver qué podemos hacer, pero por suerte hoy (por ayer) se suspendió", dijo al conocer la noticia que esperaba, mientras agradecía a las personas que la habían acompañando el mes pasado en una subasta que por falta de oferentes quedó desierta.

"No había un oferente efectivo para poder resolver el problema. No vino un comprador, salvo un usurero vinculado a alguien que intentaba participar de la subasta", explicó Roldán. Cada cinco minutos, una allegada del juzgado abría la puerta preguntando si había algún oferente, pero nadie aparecía. En un momento, un muchacho se acercó y pretendió ingresar para observar la subasta. Fue entonces que todas las personas que acompañaban a Sust comenzaron a increparlo gritándole "usurero, usurero". Al ver que no iba a ser tan sencillo ingresar al remate, la persona decidió retirarse.

"Hay un acuerdo de partes, entendemos que hay que terminar con la subasta. La amenaza es que si no hay una solución en este sentido se volverá a llamar a remate más adelante", dijo Roldán cuando anunció la suspensión del remate ante los aplausos sostenidos de las personas que acompañaron a la mujer en Tribunales. "Nos parece terriblemente violento, estresante para la salud de Gilda llegar a este lugar, eso hay que terminarlo", consideró el referente de la Concejalía Popular.

"Más allá de todo, entendemos que una propiedad de vivienda única no puede ser subastada, hay que encontrar un camino de mediación, encontrar quiénes son los actores que le pueden prestar el dinero a esta señora para que compre esa parte que le está generando un problema. No es deudora de nadie, es una división de una propiedad en dos partes y lo que se hace es rematar el inmueble", agregó.

La abogada de la mujer e integrantes de la Concejalía Popular le dejaron a la secretaria del juez Bergia, que no estaba presente, dos peticiones. "La primera es que favorezca una mediación y un acuerdo que entendemos lógico, sabiendo que estamos discutiendo en la Cámara de Diputados la posibilidad de una ley que suspenda este tipo de hechos por lo que genera dejar a una persona en la calle. En segundo lugar, le pedimos que interprete que nosotros intentamos solucionar el problema, de ninguna manera generar un conflicto. El puede llamar a la reflexión a la otra parte y decirle que escuche las propuestas", concluyó Roldán.