Desde Santa Fe

La Constitución obliga al Poder Ejecutivo a enviar a la Legislatura el presupuesto de la provincia antes del 30 de setiembre. Recién ayer, casi dos meses después, el gobernador Antonio Bonfatti lo mandó a la Cámara de Diputados, por lo que es improbable que se sancione en estos quince días que faltan para que asuma su sucesor, Miguel Lifschitz, el 11 de diciembre. "El presupuesto para 2016 es equilibrado", lo calificó el ministro de Economía, Angel Sciara, que estimó recursos por 103.668 millones de pesos y gastos por 103.033 millones lo que significa un superávit teórico de "635 millones". El secretario de Ingresos Públicos, Sergio Beccari, adelantó que el paquete incluye aumentos del impuesto inmobiliario ﷓urbano y rural﷓ entre el 30 y el 50 por ciento según las categorías, a lo que habrá que agregar el tarifazo que ya preparan la Empresa Provincial de Energía (entre el 20 y el 30 por ciento) y Aguas Santafesinas (un 48 por ciento, en tres tramos). El proyecto estima una inflación anual del 17,6 por ciento, un crecimiento de la economía del 3 por ciento y una paridad de 10,60 pesos con el dólar.

En una conferencia de prensa en la Casa Gris, Sciara se molestó cuando le preguntaron sobre el desequilibrio de las cuentas públicas en 2015. "¡Fracasé en hacer docencia con ustedes para que dejen de preocuparse por el resultado final del presupuesto!", les reprochó a los periodistas. "Lo que les tiene que preocupar es si dejamos o no dejamos deuda. Esa es la preocupación".

-﷓¿Y dejan deuda? ﷓planteó un colega

-﷓Sí, claro, por supuesto que sí. Pero no sumen los déficits como hace la oposición, eso es un error garrafal. Lo que se deben fijar es si el déficit, que es la deuda que no se paga inmediatamente, es manejable. Tener una deuda flotante de 2.000 millones y una deuda consolidada de 1.500 millones es irrisoria para cualquier provincia del país y más para Santa Fe que tiene un presupuesto de 100 millones y es la menos endeudada de la Argentina ﷓contestó.

Hace dos semanas, cuando fue a la Legislatura a justificar el endeudamiento de 2.000 millones que pidió Lifschitz para pagar sueldos, aguinaldos y jubilaciones en diciembre y enero, Sciara reveló la herencia que dejará a su sucesor y secretario de Finanzas, Gonzalo Saglione: un déficit de 3.000 millones de pesos en 2015 y una "deuda flotante consolidada" de 1.500 millones. Ayer, agregó los 2.000 millones.

Según el ministro, el plan prevé inversiones por "11.628 millones de pesos que representan un 11,26 por ciento del total de los gastos, un porcentaje elevado en relación con el promedio de los últimos años". "El monto de la partida Construcciones se incrementa un 50,6 por ciento, pasará de 4.049 millones a 6.096 millones de pesos", agregó.

Explicó que Vialidad provincial "duplicará" sus partidas y se creará un Fondo de Infraestructura Vial, que "no tiene nada que ver con una tasa vial" ﷓aclaró﷓, al que se asignará "toda la recaudación de la provincia por el inmobiliario rural".

A propósito de impuestos, Beccari repasó los "retoques" que vienen:

*Inmobiliario urbano. El aumento oscilará entre el 30 y el 50 por ciento. El monto mínimo pasará de 156 a 204 pesos anuales. La mayoría de los contribuyentes (el 54 por ciento) pagará el aumento del 30 por ciento y una minoría (menos del 3 por ciento) llegará al 50 por ciento. "En valores absolutos, es un incremento de 6 pesos mensuales en las categorías menores, en las intermedias de 26 pesos mensuales y en las más altas, unos 312 pesos mensuales" que es "menor" a lo que "se paga por cuotas en los colegios privados y por TV por cable", explicó el funcionario. Pero hay otro ajuste encubierto. Una actualización automática según el índice de salarios del Indec (que habrá que ver si la Legislatura la aprueba) que se pagaría en las últimas tres cuotas de 2016. "Será una forma de mitigar (sic) la gran distorsión que todavía tenemos en los impuestos patrimoniales", la justificó Beccari.

*Inmobiliario rural. El monto mínimo pasará de 324 pesos anuales a 420. La mayoría de los propietarios rurales (el 60 por ciento) tendrán un aumento del 30 por ciento y la minoría (el 8 por ciento) llegará al 50 por ciento. Así, el fisco estima recaudar unos 1.100 millones de pesos, cuando este año ni siquiera llegó a los 750 millones. El proyecto cambia la "definición" de "grandes propietarios", que ahora deberán tener "mas de 300 hectáreas" a su nombre. Beccari dijo que el atraso de Santa Fe en este rubro es "el más grave" porque el valor fiscal de la hectárea es de 6.000 pesos cuando el "valor de referencia" (que es el 70 por ciento del precio de mercado) es de 130.000 pesos. "La distorsión es tan alta que Córdoba va recaudar 2.100 millones de pesos con las mismas hectáreas que tiene Santa Fe" y acá "no llegamos a la mitad".

*Patente automotor. "Se ajusta por el valor de los autos", dijo Sciara. "Es un impuesto provincial, pero va directamente a los municipios y comunas".

*Impuesto a los sellos: se duplica el valor del módulo tributario, que pasará de 0,20 a 0,40 centavos.

*Ingresos brutos: Bajó la alícuota general del 3,6 al 3 por ciento para quienes facturen menos de un millón de pesos al año. La rebaja se hizo "a pedido" del gobernador electo Miguel Lifschitz y beneficiará a unos 100 mil contribuyentes, en su mayoría comercios, dijo Beccari. Las empresas (alrededor de 48.700) que facturen hasta 60 millones pagarán lo mismo que este año, el 3,6 por ciento y las que superen esa cifra (unas 1.300) pasarán del 3,6 al 4,5 por ciento. Exime del impuesto a las cooperativas de servicios y a la empresa estatal Aguas Santafesina. Eleva la facturación mínima anual para eximir a las empresas constructoras (de 1,5 millones a 2,25 millones) y a las industrias (de 80 a 120 millones). Y aumenta la alícuota del 2,5 al 3 por ciento a la venta al público de combustibles líquidos y gas natural.